Javier Monterrosa, de 30 años y natural de Sincelejo, se convirtió en la cuarta persona ahogada en el balneario El Palmar, de Venadillo. La tragedia ocurrió la tarde del viernes, cuando el joven compartía un rato de diversión con unos amigos.
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Según el director regional de la Defensa Civil, Luis Fernando Vélez, ese día en la mañana, los organismos de socorro habían emitido una alerta para que las personas no se bañaran en el afluente puesto que estaba crecido. Sin embargo, debido a la popularidad, muchas personas desconocen lo peligroso que es.
El funcionario recordó que el río El Palmar es un afluente de alta pendiente, es decir, nace en la cordillera y cuando en la parte alta llueve, arrastra material vegetal o se forman represamientos, que pueden causar crecientes súbitas a su paso por Venadillo.
Una vez más, recomendó evitar los llamados paseos de olla o espacios recreativos en temporada de lluvia.
Es de recordar que hace un mes, en el mismo balneario se ahogó Andrés Felipe Motta, un reconocido arquero ibaguereño. Algunas personas expresaron que las autoridades o la Alcaldía deberían señalizar las zonas peligrosas o cerrar temporalmente el lugar, que es muy concurrido.
Otros ciudadanos, incluso familiares de las víctimas, expresan que el río está maldito: “El día que mi hijo se ahogó, el río no estaba crecido. En ese río maldito hay una fuerza extraña que los ahoga”, indicó la madre de uno de los fallecidos.
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