
Desde el martes 10 de junio, el joven señalado de disparar contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay permanece bajo custodia en una celda del búnker de la Fiscalía. Este incidente ocurrió durante un acto político y, tras la rápida reacción de las autoridades, el menor fue capturado.
(Vea también: Exponen supuesto plan contra Uribe, Vicky Dávila y Cabal; pagarían 8 millones de dólares)
De acuerdo con información obtenida por El Tiempo a través de fuentes judiciales y documentos oficiales, el adolescente no registra antecedentes penales como se había difundido en algunos espacios de opinión pública. Sin embargo, aunque no tiene antecedentes por delitos como hurto u homicidio, sí figuran alertas por distintos comportamientos y situaciones registradas ante entidades oficiales.
En los archivos revisados por el citado diario se establece que el joven fue reportado en 2022 ante una comisaría de familia. Un pariente suyo alertó en esa ocasión que el menor sufría maltrato físico y psicológico, presuntamente por parte de un allegado y la pareja de este. Tales reportes, incluidos en documentos oficiales, evidencian que los entornos familiar y social del joven ya presentaban señales de alerta previas al hecho violento contra Uribe Turbay.
Adicionalmente, el mismo año, el colegio en el que estudiaba envió una notificación oficial donde se informaba que el adolescente había agredido a un compañero. Este comportamiento agresivo también quedó consignado en una segunda alerta emitida por la institución educativa, lo que motivó seguimiento por parte del centro escolar y las autoridades competentes, según el informe periodístico.
Según lo expresado en los informes, el 12 de agosto de 2022 el joven fue catalogado como víctima en un caso de violencia intrafamiliar, lo que profundizó el historial de alertas sobre su bienestar. Debido a la situación, y según los registros oficiales más recientes, desde inicios de 2025 la custodia legal del menor pasó a un tío, quien estuvo presente en la Clínica Colombia durante el procedimiento de captura, según el impreso.
Tras el atentado, la Fiscalía y los cuerpos de inteligencia adelantan trabajos de investigación con el apoyo de drones y tecnologías de mapeo del lugar donde tuvo lugar el ataque. El objetivo es recolectar evidencia que permita establecer posibles conexiones con otras personas o la utilización de más armas durante el atentado contra Miguel Uribe Turbay, quien tiene 39 años, de acuerdo con el periódico.
Además, se supo que una de las líneas de investigación apunta a verificar la presencia de una camioneta blanca y un vehículo Chevrolet Spark, supuestamente de color negro, que habría estado en las inmediaciones al momento del hecho. Las autoridades buscan determinar si estos automotores están relacionados con la acción criminal, según el citado portal.
Mientras avanza la investigación, habría 5 personas involucradas en el sicariato, pues el joven no actuó solo y se analizan más de 1.000 videos para establecer cómo fue orquestado el sicariato. En medio de este proceso, Miguel Uribe sigue luchando por su vida en la Fundación Santa Fe, donde ha mostrado “indicios de mejoría” a los tratamientos médicos que se le han llevado a cabo.
(Vea también: Detallan cuestiones en ataque contra Miguel Uribe que “no cuadran”; ropa de sicario, clave)




Finalmente, se supo que cuatro miembros de la familia del sicario entraron al programa de protección de testigos de la Fiscalía, por lo que se les dispuso un esquema de seguridad para evitar ataques en su contra.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO