Escrito por:  Redacción Nación
Jun 11, 2025 - 11:24 am

Bogotá fue el epicentro del horror, luego de que ocurriera un violento atentado contra Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio de 2025, cuando el senador y precandidato presidencial colombiano fue abordado por un desconocido, a plena luz del día y frente a un grupo de votantes que lo acompañaban en un mitín.

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El lamentable ataque ocurrió en el barrio Modelia de Fontibón, Bogotá, mientras participaba en un evento de campaña, que hoy lo tienes en estado grave en la Fundación Santa Fe, y que fue perpetrado por un joven sicario de 15 años que se coló entre la multitud y terminó disparando a pocos metros de la tarima improvisada en la que se encontraba el político.

Según los informes, Uribe Turbay recibió múltiples impactos de bala, algunos en la cabeza, y fue trasladado de urgencia al centro asistencial donde ha sido sometido a varias intervenciones quirúrgicas. Luego del ataque, hubo un intercambio de disparos entre el agresor y el esquema de seguridad del senador, resultando el joven herido en un pie y siendo posteriormente capturado.

De ese ataque todavía hay varios interrogantes que las autoridades no han podido establecer y que para Yefrin Garavito, director de la Unidad de Investigación Criminal de la Defensa, siguen siendo bastante extraños. El experto le contó a Semana que la ropa que llevaba el joven podría ser clave para que los investigadores obtengan más pistas sobre lo ocurrido.

Garavito mencionó que la ejecución del plan criminal tiene cuestiones un tanto raras, puesto que “no es normal el modus operandi que utilizaron para apuntar contra Miguel Uribe de un modo tan certero”. Señaló que “en Colombia se han tenido atentados con francotiradores” y que el hecho de que “llegara una persona tan cerca de él para realizar el atentado, deja claro que este menor de edad solo podía fallecer ahí o ser capturado”.

El especialista apunta a que el joven sicario “no tenía la opción de escapar.” Puntualizó además que con el hecho de “matar a Miguel, es probable que lo que quisieran era generar un manifiesto político”, pero que es claro que “al joven lo dejan a la deriva, quizás porque piensan que sería asesinado”.

Sobre los cabos sueltos que hay en el caso, Garavito expresó que los responsables “querían que el joven fuera dado de baja” y que esa “era una posibilidad muy alta”.

“Los funcionarios de protección tuvieron la precaución de dispararle en una pierna. En otro país, lo habrían matado. Aquí lograron capturarlo y eso es bien importante para la investigación. En ese momento, la fiscalía ya hizo un interrogatorio que derivara en más acciones investigativas; sin embargo, es posible que la información dada pueda ser mentira y desvié a las autoridades”, mencionó el experto al medio citado.

La Fiscalía General de la Nación ha iniciado una investigación exhaustiva, explorando diversas hipótesis sobre los motivos del atentado, incluyendo un posible intento de desestabilizar el país o atacar a la oposición. El menor capturado, quien se ha declarado inocente de los cargos imputados, supuestamente fue contratado por 20 millones de pesos para cometer el crimen y tiene antecedentes por complicidad en un homicidio y hurto. Este incidente ha generado una profunda conmoción en Colombia y ha reavivado el debate sobre la violencia política y la seguridad de los líderes públicos.

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