En los últimos días de diciembre y los primeros de enero los casos positivos en la capital han ido creciendo (solo hoy fueron 5.298), y los expertos lo atribuyen a la indisciplina social en las fiestas de fin de año que acaban de pasar.

Lo más grave es que no solo han incrementado los contagios sino la ocupación de las unidades de cuidados intensivos, que ponen en jaque la capacidad hospitalaria.

Hoy, 5 de enero, la ocupación de las UCI COVID está en el 79,6 % y el total de todas las camas para estos pacientes, sin importar su enfermedad, ya está en 84,9 %, indica la información de Saludata.

Por eso, la preocupación aumenta en muchos sectores y los reclamos a la alcaldesa no han sido ajenos, en especial porque está fuera del país disfrutando su vacaciones mientras la ciudad parece entrar en una nueva crisis de la pandemia.

El ministro de Salud, Fernando Ruiz, fue uno de los primeros en reprochar que las autoridades de la capital no impusieran medidas más estrictas para las fiestas decembrinas:

“La ciudad tuvo medidas desde el 21 de diciembre, pero no tuvo el 24 de diciembre ni el 31 de diciembre y esos efectos que estamos observando, que también hemos visto en otras ciudades nos ameritaron una amplia revisión de la situación epidemiológica de la capital. Nos preocupa la alta tasa de positividad que oscila entre el 30 y el 40 %”.

Pero ya que se están sintiendo los efectos, algunos expertos mostraron su preocupación como el Colegio Médico de Bogotá, que le pidió a la Alcaldía decretar alerta roja hospitalaria y emergencia sanitaria.

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A esas voces se sumaron las de algunos políticos. La concejal Lucía Bastidas, de Alianza Verde, por ejemplo, recordó en Blu Radio que la alcaldesa había prometido la instalación de más camas UCI:

“No entendemos si hay especulación o improvisación o qué está pasando, se demoraron en reaccionar. ¿Qué pasó con las 5.000 UCI que deberíamos tener?”.

Con la misma idea coincidió la cabildante Heidy Sánchez en la emisora: “Durante marzo se presentaron unas metas y una de ellas era la ampliación de las Unidades de Cuidado Intensivo en alrededor de 5.000, el aumento y la ocupación era predecible y no se preparó el sistema de salud”.

Y es que a la fecha la ciudad tiene 1.752 camas UCI destinadas para pacientes de coronavirus y 2.250 en total, una cifra que no llega ni a la mitad de las que prometió la mandataria al comienzo de la pandemia, como se ve en esta publicación de marzo de 2020:

Pero la alta ocupación de UCI dio pie para otro tipo de críticas que llegaron desde el Congreso, a propósito del Hospital Transitorio de Corferias, que López también mencionó en el anterior trino. El representante David Racero, en la misma red social, escribió:

“Hoy, cuando autoridades distritales están NUEVAMENTE evaluando medidas para ampliar capacidad hospitalaria por ocupación de UCI, se evidencia error garrafal al no haber invertido en el fortalecimiento de los hospitales públicos”.

El congresista acompañó el comentario recordando un extenso hilo que había publicado en septiembre de 2020, tan solo unos días antes de que el hospital de Corferias fuera desmontado, luego de atender a 515 pacientes, según los datos que entregó el mismo Distrito en ese momento.

Así comienza esa publicación, en la que presentó varias cifras para evaluar el “costo/beneficio” de esa instalación, pues en ese momento se debatía un posible gasto excesivo e innecesario de dinero que, según analistas, pudo haberse usado para fortalecer el sistema hospitalario, como lo recuerda Racero.

Entre varias de las publicaciones del representante, hay una en la que asegura que la Secretaría de Salud enviaría los elementos usados a una bodega, una vez se cerrara el espacio destinado en Corferias:

No obstante, este martes la Secretaría de Salud le aseguró a Pulzo que los equipos fueron distribuidos según su uso. Es decir que la mayoría de las camas, que eran de hospedaje pues fueron donadas por el sector hotelero, se destinaron a proyectos de la Secretaría de Integración Social, Idipron y otras entidades de la ciudad que atienden a población vulnerable.

Mientras que los equipos tecnológicos, médicos y hospitalarios fueron enviados a las diferentes subredes de salud pública del Distrito, aunque la entidad no precisó cómo se hizo esa distribución.

En ese sentido, volver a montar un espacio alterno en Corferias para la atención de pacientes no es una opción, precisó el secretario de Salud, Alejandro Gómez, el fin de semana en rueda de prensa:

“No volvería según la información con la que contamos. Cuando planteamos la necesidad de Corferias estábamos de cara al primer pico de la pandemia y teníamos la percepción de que nos iban a faltar camas hospitalarias, no las camas UCI. Por fortuna, la red hospitalaria, pública y privada, creció lo suficiente en camas hospitalarias y ese crecimiento no ha bajado”.

Aun así, el secretario Gómez aseguró que la capital todavía tiene “cómo responder” pero que no se puede quedar cómo está porque Bogotá no quiere volver a sobrepasar el 90 % de ocupación de UCI.

Pese a todo esto, para el Distrito se hizo necesario ordenar nuevas cuarentenas estrictas por localidades. Ya comenzaron Usaquén, Suba y Engativá, aunque Kennedy y Chapinero están bajo observación y podrían ser las siguientes.

Además, el Gobierno Nacional decretó Ley Seca durante el puente festivo de Reyes en la capital, que se suma a las otras medidas en Cundinamarca.