El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Canoas se ha establecido como un proyecto determinante en la recuperación ambiental del río Bogotá, uno de los más afectados por el vertimiento de aguas residuales producto del crecimiento urbano y la industrialización en la capital colombiana. Según datos del artículo base, esta infraestructura permitirá procesar casi el 70 % de las aguas residuales generadas en Bogotá y el total de las producidas en el municipio de Soacha, atendiendo así la orden emitida por el Consejo de Estado para restaurar este ecosistema degradado.
La materialización de la PTAR Canoas no ha estado exenta de dificultades administrativas y financieras. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) enfrentó cerca de una década de retraso en la obra, principalmente debido a los obstáculos para acceder a créditos internacionales con el respaldo de la Nación. Inicialmente, la EAAB buscó un financiamiento aproximado de 600 millones de dólares, que posteriormente fue replanteado a 100 millones de dólares ante las reservas del Ministerio de Hacienda, con el fin de conseguir la aprobación gubernamental y viabilizar la garantía soberana. Como explicó Natasha Avendaño, gerente de la EAAB, este respaldo facilita condiciones financieras favorables aunque no sea un requisito obligatorio, permitiendo avanzar en la ejecución del proyecto.
El costo total estimado para la construcción de la PTAR Canoas asciende a 1.500 millones de dólares, equivalentes a aproximadamente seis billones de pesos colombianos. Para solventar esta inversión, la financiación se distribuye entre la Corporación Autónoma Regional (CAR), responsable del 46,59 % a través de la sobretasa ambiental del impuesto predial; la Alcaldía de Bogotá, con una participación del 31,99 %; la EAAB, que cubre el 19,67 %; y la Gobernación de Cundinamarca, con el 1,75 %. Este esquema financiero evidencia un modelo de gobernanza integral, donde distintos niveles territoriales y entidades públicas asumen compromisos compartidos, como señalan reportes internacionales del Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
No solo la financiación plantea retos; también existen complejidades técnicas y sociales en la puesta en marcha del proyecto. Desde el punto de vista técnico, la PTAR Canoas implementará tecnologías avanzadas como el tratamiento secundario biológico y la desinfección para remover altos niveles de contaminación, lo que requerirá un alto grado de especialización y mantenimiento sostenido. A nivel social, la planta está destinada a generar impactos positivos en la salud de las comunidades ribereñas, históricamente vulnerables a los efectos de la polución, lo que hace necesario mantener estrategias de comunicación y participación comunitaria para asegurar su éxito e inclusión.




Adicionalmente, el retraso experimentado por la PTAR Canoas refleja un patrón recurrente en Colombia, donde proyectos ambientales urbanos suelen verse afectados por una fragmentación administrativa y una fuerte dependencia de recursos externos, dificultando la consolidación de soluciones duraderas para los principales ríos del país. El caso Canoas ilustra la importancia de una política pública articulada, donde la construcción de infraestructura debe acompañarse con la regulación industrial y la educación ambiental, tal como sostienen análisis de centros de estudios y medios especializados.
En conclusión, la PTAR Canoas representa mucho más que una obra de ingeniería: es el resultado de años de negociación y coordinación institucional en pos de restaurar el equilibrio ecológico de la cuenca del río Bogotá. Su éxito dependerá de la continuidad de los compromisos políticos y sociales para garantizar no sólo la adecuada operación de la planta, sino una transformación real y sostenible de la calidad ambiental y la salud pública en la región.
¿Cuál es el impacto social que puede tener la descontaminación del río Bogotá?Preocupa a la ciudadanía la relevancia de descontaminar el río Bogotá no sólo por el beneficio ambiental, sino también por las mejoras en las condiciones de vida de las comunidades cercanas. Estas poblaciones han sido históricamente afectadas por problemas de salud vinculados a la contaminación del agua, como enfermedades infecciosas y complicaciones respiratorias señaladas en reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El saneamiento, por tanto, mejora el entorno, fomenta espacios públicos más seguros y reduce las cargas sobre el sistema de salud.
Adicionalmente, la descontaminación puede propiciar la recuperación económica y social de las áreas aledañas al río, permitiendo nuevas actividades recreativas, mejorando la percepción del territorio y elevando la calidad de vida urbana en su conjunto. En este contexto, la planta Canoas se convierte en el eje de una transformación no solo ecológica sino también social, favoreciendo la equidad y la participación ciudadana.
¿Qué significa el tratamiento secundario biológico y por qué es importante para la PTAR Canoas?El tratamiento secundario biológico es un proceso en las plantas de aguas residuales que utiliza microorganismos para descomponer la materia orgánica disuelta en el agua, después de una primera fase de filtración física y sedimentación. Según informes técnicos del Instituto de Ingeniería Sanitaria, este procedimiento es fundamental para garantizar la remoción eficiente de contaminantes orgánicos y reducir de forma significativa la carga de polución vertida en cuerpos de agua.
Para la PTAR Canoas, integrar el tratamiento secundario biológico significa cumplir estándares internacionales en cuanto a la calidad del agua tratada antes de verterla de nuevo al río Bogotá, contribuyendo de manera efectiva a la restauración ecológica y a la protección de la salud de la población. La implementación rigurosa de esta etapa tecnológica es, por tanto, esencial para alcanzar los objetivos del proyecto.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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