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Un juez penal municipal, con funciones de control de garantías, envió a la cárcel a Yair Ánderson Saldarriaga Vélez, de 23 años, como presunto responsable del asesinato de Jhon Jairo Castro Muñoz, al parecer y según dijo el comandante de la Policía Quindío, coronel Pedro José Saavedra Pinzón, por retaliaciones del pasado por el tráfico de estupefacientes.
Y es que la Fiscalía Primera Especializada contra grupos delincuenciales organizados ya había solicitado una orden de captura contra Saldarriaga Vélez por los hechos de sangre acaecidos en Armenia.
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Con base en la investigación la Fiscalía General de la Nación, FGN, demostró la inferencia razonable al sospechoso del asesinato ocurrido el fin de semana pasado y el peligro para la sociedad por el crimen del 16 de julio pasado.
Juan Carlos Montoya Maldonado, de 23 años, fue asesinado con por lo menos 6 tiros en vía pública del barrio La Fachada de Armenia, el pasado 16 de julio en horas de la madrugada.
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El sonido de los tiros percutidos alertó a la ciudadanía que a esa hora dormía y de inmediato dio aviso a la patrulla policial del cuadrante de la zona.
La Policía Nacional se dirigió hasta la vía pública de la manzana 24, sitio referenciado por los residentes del sector como la escena del crimen. Los uniformados adscritos a la Policía Quindío se dirigieron hasta el lugar de los acontecimientos y encontraron a Montoya Maldonado tendido en el piso.
Los agentes observaron que todavía contaba con signos vitales y por ello lo trasladaron hasta el hospital del Sur donde los médicos hicieron todo lo posible por salvarle la vida pero nada se pudo hacer por el ciudadano.
La Seccional de Investigación Criminal, Sijín, asumió los actos urgentes y desplegó sus capacidades institucionales para ubicar los diferentes videos de las cámaras de seguridad y vigilancia, públicos y privados, del sector.
Labores de vecindario por parte de los investigadores de la Policía fueron infructuosos porque los pocos ciudadanos que se encontraron a esa hora aseguraron decir que no sabían nada de lo que había pasado.
Un plan candado realizado por las autoridades tampoco dio fruto toda vez que ningún sospechoso pudo ser capturado o arma de fuego incautada.
Las vainillas que fueron retiradas del cuerpo sin vida de Montoya Maldonado por parte del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses permitirán ampliar los elementos materiales probatorios y determinar qué tipo de arma de fuego fue usada para despojarlo de su vida.
Homicidio de La Tebaida
Se cree que Yair Ánderson Saldarriaga Vélez, de 23 años, se armó y viajó, desde el barrio La Fachada de Armenia, hasta la vía pública La Tebaida, para asesinar a Jhon Jairo Castro Muñoz, de 38 años.
Según el comandante de la Policía Quindío, el coronel Pedro José Saavedra Pinzón, estos hechos están supeditados a retaliaciones en medio de un ajuste de cuentas por el tráfico de estupefacientes.
La víctima mortal se encontraba departiendo con bebidas alcohólicas en compañía de otras personas cuando el armado llegó hasta el lugar de los acontecimientos y sin mediar palabra le disparó en repetidas ocasiones.
El victimario se dio a la fuga de la escena del crimen mientras los heridos eran trasladados hasta el hospital Pío X de La Tebaida, y la ciudadanía llamaba a la patrulla policial del cuadrante de la zona.
Al mismo tiempo que los médicos intentaban salvarle la vida a los lesionados, la Policía Nacional llevó a cabo un plan candado por el municipio hasta que en la carrera 10 con calle 21 de la localidad el sujeto fue detenido.
Los uniformados detuvieron al sospechoso siguiendo las indicaciones de los testigos quienes dieron a conocer las características físicas y también las prendas de vestir.
La persecución terminó con un registro a las pertenencias del asesino y los policías le encontraron un arma de fuego tipo revólver, Smith & Wesson, con 8 cartuchos calibre 38 y 2 vainillas calibre 38.
El sujeto fue capturado por los delitos de homicidio; tentativa de homicidio; y fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego partes o municiones.Y es que el artefacto bélico no contaba con los permisos especiales ni el salvo conducto emanado por la Octava Brigada del Ejército Nacional.
El revólver fue incautado como elemento material probatorio para este caso y también expertos balísticos para conocerse si fue usada en otros hechos al margen de la ley.
A la par, los profesionales de la salud informaron que Castro Muñoz murió producto de los impactos de arma de fuego que le generaron heridas en la región frontal de la cabeza, con orificio de salida en quijada; una herida en el lado derecho de la clavícula; y una herida más en el abdomen.
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La segunda persona lesionada fue remitida a un centro asistencial de mayor nivel médico en la capital quindiana con el objetivo de descartar mayores daños por medio de diferentes procedimientos.
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