
Después de más de 50 horas de inactividad en redes sociales, el presidente Gustavo Petro volvió a hacer presencia en X (antes Twitter) el pasado sábado, produciendo reacciones y serias dudas por la forma en que justificó su desaparición y los temas más sensibles del panorama político nacional, desconociendo la responsabilidad que tiene al ser el mandatario de más de 50 millones de colombianos.
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La ausencia de Petro coincidió con su inasistencia a una cumbre internacional de jefes de Estado de la región celebrada en Colombia, justificada públicamente como un caso de “fuerza mayor” según Laura Sarabia, lo que acrecentó la incertidumbre entre ciudadanos, analistas y líderes políticos. Los comentarios y memes no tardaron en multiplicarse en la red, preguntando insistentemente por el paradero del presidente.
Cerca de las 8 de la noche, Petro explicó por qué decidió ausentarse de la vida digital: argumentó que el silencio fue una medida de autoprotección, citando información sobre un plan de ataque durante la COP16 en Cali. “No es paranoia, es prevención”, manifestó, asegurando que utiliza métodos aprendidos para resguardar su seguridad y que los implementará siempre que sea necesario.
Sin embargo, las dudas siguen en el aire, sobre todo después de las acusaciones del excanciller Álvaro Leyva, quien en varias oportunidades a través de cartas publicadas en redes sociales ha revelado que el presidente también se perdía en sus viajes internacionales, como cuando ambos estuvieron en París. La pregunta que queda es si en ese lugar también temió por su seguridad o simplemente fue “autoprotección”, como justifica Petro.
La explicación del mandatario llegó luego de fuertes cuestionamientos. Uno de los más destacados fue el de Vicky Dávila, quien, mediante redes sociales, preguntó abiertamente: “¿Por qué no llegó a la Cumbre de Presidentes del Caribe en Montería, donde usted era anfitrión? ¿Cuál fue la ‘fuerza mayor’?”.
Además, Dávila hizo referencia a las palabras del presidente sobre los supuestos “ataques de celos” en torno a su desaparición, ironizando con que la respuesta sonaba a “un largo viaje”.
El mandatario se mantuvo en la postura de que sus ausencias responden únicamente a medidas de autoprotección y reafirmó que “llevo muchas décadas defendiendo mi vida con éxito, mis métodos sirven y no son contables. Aprendizajes del pasado”. Petro sostuvo también que, frente a situaciones de peligro, optará por siempre priorizar su seguridad personal, independientemente de las críticas o cuestionamientos que esto pueda producir en el ambiente político o periodístico.
La jornada fue agitada para el mandatario, quien también se refirió a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, asegurando que las acusaciones de la prensa en contra del directivo eran infundadas y que todo respondía a intereses de una empresa extranjera que debería ser investigada en Colombia. En ese contexto, Petro se enfrentó con el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, a propósito de las protestas y bloqueos en el sistema Transmilenio, defendiendo el derecho a la protesta social y llamando “fascismo” al que intente criminalizarla, después del anuncio de demanda que interpondrá el mandatario local.




Posteriormente, Petro también criticó a la Policía, sugiriendo que agentes ocultaron información relevante sobre armas antitanques, insinuando posibles atentados provenientes de sectores de la extrema derecha.
Aunque Petro busque excusas para desaparecerse y esté acostumbrado a esas fugas, su condición de primer mandatario de la nación lo obliga a informar, no dónde está, sino que se va a ausentar, pues sus obligaciones tienen un impacto a nivel político, social y económico en el país.
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