En una intervención de este jueves por la noche, Claudia López aseguró, después de que se conociera la muerte del mesero Oswaldo Muñoz en un bus articulado de Transmilenio, que se suma a la lista de asesinatos en la ciudad, que “hay unos inmigrantes metidos en criminalidad que nos están haciendo la vida a cuadritos”. Y agregó: “El que venga a ganarse la vida decentemente bien, pero el que venga a delinquir deberíamos deportarlo sin contemplación”.

De inmediato, esas declaraciones alborotaron el cotarro en la ciudad, de por sí irritado por los constantes enfrentamientos entre la alcaldesa capitalina y el Gobierno Nacional derivados del manejo de situaciones como la minga indígena y el manejo de la pandemia por el coronavirus.

Las opiniones se dividieron y, como es habitual, las redes sociales estallaron desde orillas opuestas. Políticos, opinadores y hasta los mismos familiares de la víctima de este nuevo hecho de inseguridad en la ciudad se pronunciaron. Un sobrino de Muñoz discrepó de la alcaldesa y dijo que se haría justicia si los responsables pagaban cárcel por su crimen en Colombia.

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Pero este sábado la que se pronunció fue la revista Semana, que, en una suerte de editorial, amonesta a la alcaldesa de Bogotá, a quien, después de reconocerle que es “una mujer inteligente y un ejemplo de superación personal y profesional”, le recuerda que ha tenido “varias salidas en falso”, y que “volvió a utilizar un lenguaje peligroso”, esta vez señalando “delincuentes por su país de origen”.

Bogotá merece un mejor liderazgo, no marcado por egos personales y cálculos políticos”, reza el artículo difundido en la página de internet de la publicación, y firmado por Semana.Com. “Se necesita mas empatía y que todos los esfuerzos estén enfocados en encontrar soluciones a los problemas que enfrentamos. Son muchos”.

La revista también le dice a López que “no hay tiempo para la politiquería, ni puestas en escena”, subraya que Colombia ha sido un país que “siempre les ha abierto las puertas a los inmigrantes de todas las orillas del mundo”, y recuerda que en tiempos difíciles “muchos colombianos han encontrado refugio en otros países, y no han sido ajenos a la estigmatización”.

La alcaldesa debería estar a la altura de su cargo. Tras un año de ser electa, es hora de que asuma responsabilidades y deje de culpar a otros”, reprocha la revista.

En la misma edición, la columnista Salud Hernández-Mora le pregunta a López “¿qué más tiene que pasar para que […] se dé cuenta de que la inseguridad en Bogotá es insoportable, que se le fue de las manos?”, y le dice que “no venga ahora a echar la culpa a Migración Colombia por no deportar delincuentes, ni a los venezolanos, así haya atracadores venidos del reino de Chávez”.

En eso de señalar al vecino hay que admitir que Claudia López es muy hábil”, continúa Hernández-Mora. “Si la covid-19 se propaga, lanza su dedo acusador hacia Duque y su apertura económica. Si la pobreza aumenta, es el Gobierno central el responsable, nada que ver con la pandemia. Y ahora son los venezolanos los que ‘nos están haciendo la vida de cuadritos’, según ella. Solo faltaban esas palabras injustas para estigmatizar aún más a una población que sufre discriminación y xenofobia”.

A propósito, este viernes el Barómetro de la Xenofobia encontró que las declaraciones de López dispararon conversaciones xenófobas en redes. La plataforma digital identificó un crecimiento del 83 % en esas expresiones, en varias zonas del país.

Incluso, el presidente del Concejo de Bogotá, Carlos Fernando Galán, comparó las afirmaciones de la alcaldesa con las del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, porque para él ambas manifestaciones contienen frases “xenófobas”.

No tiene sustento, está generalizando y creando una figura que va a tener muchos aplausos y apoyo populista; como hizo Trump en Estados Unidos con los latinos diciendo que eran ‘bad hombres’, criminales y violadores, para generar el odio hacia una población que se avista como la principal responsable de lo que nos está pasando y lavándose las manos”, indicó Galán.