Ese comportamiento ocurrió después del mensaje de la alcaldesa Claudia López sobre la participación de inmigrantes venezolanos en los crímenes ocurridos en Bogotá.
De acuerdo con el análisis del Barómetro de la Xenofobia —plataforma que sistematiza las conversaciones sobre los migrantes en páginas web, medios de comunicación y redes sociales—, los comentarios relacionados con los venezolanos aumentaron un 918 % en Bogotá, 900 % en Cúcuta, 376 % en Cali, 300 % en Barranquilla y 250 % en Medellín.
El Barómetro de xenofobia nos deja ver algunas:
Con los hechos en Bogotá, entre el 28 y el 29 de octubre la conversación de xenofobIa aumento en 918% en Bogotá, 900% en Cúcuta, 376% en Cali, 300% en Barranquilla y 250% en Medellín. pic.twitter.com/eHTD3RHaIj— El Derecho A No Obedecer (@elderechoalno) October 30, 2020
La iniciativa, que publicó sus resultados en la cuenta de Twitter @elderechoalno, resaltó la influencia de las declaraciones de López en los mensajes en contra de los venezolanos.




Después de que la alcaldesa dijo que “hay unos inmigrantes metidos en criminalidad que nos están haciendo la vida cuadritos” hubo un pico y una injerencia en el 43 % de las conversaciones sobre migración.
Además, apunta el barómetro, se relacionó a los migrantes con palabras como delitos, robos y delincuentes.
¿Pudimos medir su incidencia? Generaron un pico a partir de las 8:00 PM y una injerencia en el 43% de la conversación sobre migración en la categoría de seguridad en el país, relacionando a la población migrante con palabras como delitos, robos, delincuentes, entre otros.
— El Derecho A No Obedecer (@elderechoalno) October 30, 2020
Los efectos de la declaración de Claudia López
Según la plataforma, con sus declaraciones, la alcaldesa logró la “criminalización del migrante” al señalar a esa población como “responsable de actos de inseguridad”.
Además, menciona el análisis, López incurrió en un “perfilamiento discriminatorio” al hacer referencia a los migrantes como un problema de seguridad.
Por otro lado, Lucas Gómez, el gerente de la frontera con Venezuela, dijo en El Espectador que el comentario de la mandataria fue desafortunado, pues en lugar de pedir una deportación, lo que ella debió solicitar fue la judicialización de los criminales.
“Recibimos con extrañeza el comentario […] por eso invité a la alcaldesa a tomarnos un café, porque la inseguridad nos hace la vida a cuadritos a todos, sin importar el pasaporte”, concluyó.
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