El pequeño, hijo de una de las trabajadoras de la finca, cayó a una de las calderas en las que se hierve el jugo de caña para producir la panela, informó RCN Radio. 

Desde el municipio del suroriente de Santander, el niño fue trasladado a San Gil y después tuvo que ser llevado en helicóptero hasta Bucaramanga para recibir atención médica en el pabellón de quemados del Hospital Universitario de Santander, añadió esa emisora.

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Según el diario Vanguardia de Santander, el padre del menor es un soldado profesional, situación que ayudó a coordinar el traslado del niño herido, hasta Bucaramanga, en un helicóptero conseguido por el Ejército Nacional y la Dirección Departamental de Gestión del Riesgo de Santander (DGRD). 

La propia DGRD informó en su cuenta de Twitter que el menor pudo ser auxiliado y trasladado desde San Gil hasta la capital de Santander en un tiempo récord para ser puesto bajo la atención de los médicos especialistas.

Este es el trino de la DGRD sobre la atención del accidente del niño:

Lamentablemente, el primer reporte oficial del Hospital Universitario de Santander no es alentador, ya que detalla que el pequeño tiene quemaduras de tercer grado en casi todo su cuerpo. 

“[El niño] sufrió quemaduras de tercer grado en más del 95 % de su cuerpo. El paciente se encuentra en estado crítico debido a la gravedad de las quemaduras y el pronóstico es reservado”, añadió el Hospital Universitario de Santander, en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.

Este es el parte oficial del centro médico: