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Diciembre es uno de los meses favoritos por los colombianos, una época perfecta para compartir en familia y con amigos. También, se destina como un momento perfecto para reflexionar sobre el año que pasó y prepararse para uno nuevo. Pero lo que más lo identifica es la Navidad, la conmemoración del nacimiento de Jesucristo.
Sin embargo, en Colombia hay una población de la costa pacífica en el que la Navidad fue trasladada dos meses después. Se trata de Quinamayó, un municipio afrocolombiano.
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La historia de su tradición se remonta a la época de la esclavitud, entonces no podían celebrar esta fiesta decembrina, por lo que lo hacían 40 días después, cuando ya tenían tiempo libre y habían terminado la cosecha.
Lo curioso de esto, es que, en esta población, el Mesías es representado como un Niño Jesús Negro. “Si bien, el nacimiento de Jesús es establecido mundialmente el 25 de diciembre, a nuestra etnia no le fue posible hacer parte de esta celebración, precisamente por la condición de esclavizados haciendo el papel de servidumbre a la nobleza. Fue una situación que marcó a nuestra etnia”, dijo Norman Viáfara Aponzá, gestor cultural en entrevista con W Radio.
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Finalmente, según otros expertos, este acto diferente de la Navidad, muestra la diversidad cultural del país, mostrando así la inclusión y fe de cada comunidad.
Pulzo complementa
La Navidad en Colombia es una festividad arraigada en tradiciones culturales y religiosas que reúnen a las familias en momentos de alegría y unión. Según fuentes culturales, las celebraciones navideñas comienzan el 7 de diciembre con la celebración del Día de las Velitas, una tradición en la que se encienden velas y faroles para honrar a la Virgen María.
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Las familias colombianas se reúnen para compartir comidas tradicionales como el lechón, tamales, buñuelos y natilla. Estos platos típicos son parte esencial de las celebraciones navideñas y varían según las regiones del país, enriqueciendo la diversidad cultural de Colombia.
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