Jorge Luis López Ríos, manizaleño de 65 años, llora contando lo que le pasó el domingo en la mañana mientras hacía ejercicio en la cima del Cerro Sancancio. Fue atacado por un perro de raza pitbull.

Es ingeniero civil y lleva 40 años en Pereira. Con frecuencia viene a Manizales a saludar a su familia. Practica senderismo, trota, hace ejercicio, y asegura que el estado físico que ha tenido desde joven le permitió defenderse y estar vivo.

El domingo salió hacia las 7:00 a. m. del sector San Marcel, tomó la Panamericana, subió a Aranjuez y siguió a Malabar, Pío XII, Fátima, Palermo para ascender al Cerro Sancancio. Esto le tomó cerca de una hora y media.

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En la cima se puso a hacer ejercicio, cuando llevaba 15 minutos llegó un hombre de unos 75 años con un perro pitbull, que está en la lista de los caninos de raza peligrosa.

“Lo traía con traílla y bozal, luego le quitó el bozal y se fue hacia atrás. Pensé: es porque tiene todo el control sobre el animal y me quedé tranquilo. A los tres minutos el señor se fue viniendo, yo miraba al perro y se vino hacia mí. Le dije, señor, señor, y el perro empezó a atacarme”, dijo la víctima del ataque.

Cuerpo a cuerpo contra el perro

Según Jorge Luis, él pedía que por favor le quitara el perro de encima, y el hombre trató de cogerlo y no pudo.

“El perro se me lanzaba. Como instinto me hice detrás del amo, pero el perro me alcanzó y empecé a defenderme con las manos y los pies. El señor en ese momento salió de escena, creo que sintió miedo y se retiró. El perro me mandó con sus dientes a cogerme del glúteo izquierdo y lo alcancé a desprender con un golpe de la mano. Seguí luchando cuerpo a cuerpo con el perro, y me tiró a las partes nobles. Instintivamente alcancé a poner mis manos”, fue el relato de López Ríos.

En ese momento Jorge Luis dice que supo que estaba en una situación de vida o muerte y que lo habían dejado solo.

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“La mandíbula inferior del perro quedó marcada en mi ingle derecha y la mandíbula superior en el pulgar de la mano derecha. Seguí forcejeando con él y vi un talud, me tiré por allí. Caí boca arriba en una cuneta y hasta allá llegó el perro y se me abalanzó por los pies, me agarró el tenis izquierdo. Empecé a darle pata con las dos piernas”, agregó.

En ese punto, Jorge Luis dice que se empezó a agotar y que el pitbull seguía con mucha potencia. Pensó en su familia y en que podría morir degollado. “En esas, gracias a Dios, apareció por un costado el señor, ya como con más valor y lo agarró. Le pegaba como con el bozal o la traílla y lo logró dominar. Dije: volví a vivir”.

De aquí para allá pidiendo atención

Jorge Luis se levantó de la cuneta, se sentía muy mal y le dijo al hombre que iba a denunciar. Bajaron y ya junto a unas casas le pidió a un vigilante que llamara a la Policía porque había sido atacado por el perro.

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Los agentes les tomaron los datos y le pusieron un comparendo al hombre del perro por haberle quitado los elementos de protección. Hasta allí llegaron familiares del hombre y mostraron un carné del perro con el nombre de Mr. President. Trasladaron a Jorge Luis hasta donde sus familiares y estos lo llevaron a urgencias donde lo curaron, le aplicaron vacunas y le formularon medicinas.

Este martes Jorge Luis contó que tenía morados en las partes afectadas, como se lo anunció el médico, que se encontraba bien de salud y podía caminar, pero que psicológicamente se sentía muy afectado.

El lunes no regresó a Pereira, se quedó para tramitar la denuncia, porque lo habían puesto a voltear de entidad en entidad: del CAI de Palermo a la Sijín, de allí al Palacio Nacional, del Palacio a la Defensoría del Pueblo donde le indicaron que debía ir a una inspección de Policía y de allí a la Ventanilla Única que funciona en la Oficina de Rentas.

“La funcionaria me dio un radicado que llevé a la Oficina de Control y Vigilancia Ambiental del Municipio donde dijeron que ya había estado el señor Gustavo Gutiérrez Gómez y que estábamos citados a una audiencia de conciliación -que fue ayer en la tarde-“, explicó el afectado.

“Lo más grave no pasó. Si no alcanzo a ponerme la mano en las partes nobles no estaba contando el cuento. Ese animal estaba enfurecido y pudo dejarme incapacitado. Esto es un evento traumático, el daño es psicológico y moral y no sé cómo lo voy a reparar”, concluyó.

“No tuve la culpa”: dueño del animal

Gustavo Gutiérrez Gómez, quien llevaba el perro que atacó a Jorge Luis López, habló con LA PATRIA.

– ¿Qué fue lo que sucedió con el perro pitbull?

Yo lo llevaba y el señor estaba allá y lo agredió, el perro iba con bozal y todo. Lo llevaba bien.

– ¿Por qué el perro apareció sin bozal y sin traílla al momento de la agresión?

Subí a hacer ejercicio, y como el perro estaba cansado medio le aflojé el bozal, y arrancó como si fuera a buscarle juego al señor.

– ¿Por qué atacó entonces?

No sabe uno, si pensó que iba a jugar con él o fue el instinto del perro.

– Cuando el perro estaba atacando, ¿usted no pudo volverlo a controlarlo?

No lo pude volver a coger porque era detrás de él. A lo último lo pude controlar.

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– ¿Espera poder conciliar con el afectado?

Sí, yo no tuve la culpa.

– ¿Se considera responsable al haberle aflojado el bozal al perro?

No se lo quité, sino que se lo estaba acomodando porque ya me iba a devolver, era para que el perro respirara.

– ¿Desde hace cuánto tiempo tiene al perro y había dado muestras de agresividad?

Lo que pasa es que el perro es de todos los que vivimos en un edificio. A nadie le había pasado algo con él.

– Ahora que le sucedió, ¿qué piensa de tener un perro de raza peligrosa?

Se sabe que hay que tener demasiado cuidado, uno tiene que estar prevenido que no vuelva a ocurrir.

Qué hacer si es atacado por un perro

Carlomán Londoño, secretario de Medio Ambiente de Manizales, explica la ruta en estos casos.

* “Primero deben ser atendidos por la Policía, que tiene la competencia dentro del Código Ambiental”.

* “En el caso del domingo, el canino fue trasladado por la Policía a la Unidad de Protección Animal (UPA) donde hacemos la función de custodia del animal. Allí informaron los veterinarios que el perro no presenta agresividad hasta el momento”.

* “Luego se presenta el caso a la Inspección de Vigilancia y Control de Espacio Público que hace el procedimiento de llamar a conciliación a las partes para determinar si el animal se devuelve al propietario”.

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* “Al tratarse de un perro de raza potencialmente peligrosa, la recomendación es que debe salir con bozal y un collar (traílla) adecuado para que su propietario pueda tener un buen manejo del animal”.

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Qué razas

La Ley 746 del 2002, diseñada para controlar a los perros catalogados como de razas potencialmente peligrosas estipula que están incluidos los: American Staffordshire Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasilero, Mastín Napolitano, Bull Terrier, Pit Bull Terrier, American Pit Bull Terrier, de Presa Canario, Rottweiler, Staffordshire Terrier y Tosa Japonés.