Lombana está bajo la lupa de la opinión pública desde que el periodista Daniel Coronell reveló que ella no incluyó en su hoja de vida una experiencia laboral con el abogado Jaime Granados, uno de los abogados del senador del Centro Democrático, y que lo representa ante la Corte Suprema de Justicia.
Esta omisión no sería delito, pero sí un impedimento para que la magistrada elegida en noviembre en la Sala de Instricción de la Corte Suprema de Justicia trabaje en el caso por presunta manipulación de falsos testigos en el caso del senador Iván Cepeda.
Adicionalmente, cabe recordar que Lombana es mayor del Ejército, a donde entró en 2004 tras la aprobación de la Junta Asesora del Ministerio de Defensa que era subordinada directa del entonces presidente Uribe, lo que “desvanece la posibilidad de considerar que la magistrada está revestida de la denominada ‘apariencia de imparcialidad'”, según publicó Cepeda.
“En lugar de haber procedido a declararse impedida de inmediato, lo hizo tardíamente cuando ya había sido nombrada”, critica el senador del Polo Democrático.
La recusación fue presentada este lunes por el apoderado de Iván Cepeda, el penalista Reinaldo Villalba.
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