Por: La Silla Vacía

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Este artículo fue curado por Frank Hoyos   Ago 24, 2023 - 10:54 am
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“Cualquier negociación con grupos armados debe tener en cuenta, que antes de un cese al fuego, lo que queremos es un cese de hostilidades contra la población civil”, dijo el presidente Gustavo Petro después del consejo de seguridad que lideró en Popayán el lunes pasado.

En el año que lleva Petro, el Gobierno Nacional ha empezado siete procesos de negociación con distintos grupos armados, pero la deuda de todos ellos es, precisamente, detener la violencia contra los civiles. Esta ha resultado en la muerte de 167 líderes sociales en el primer año de Petro y 57 masacres en lo que va de 2023, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos. Aunque la cifra de líderes asesinados se mantiene igual al periodo entre agosto de 2021 y julio de 2022, la cifra de masacres implica un incremento del 11 por ciento respecto al último semestre de 2022.

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Pero las palabras de Petro no tuvieron el eco de sus denuncias mientras era candidato durante el gobierno de Iván Duque. Aunque organizaciones nacionales e internacionales siguen difundiendo cifras e información sobre esta violencia, los activistas que apoyaron a Petro en campaña, dejaron de difundir estas denuncias en sus redes sociales desde el comienzo del gobierno. Ahora es la oposición de derecha la que replica las denuncias de muertes de líderes, pero sin el mismo eco.

Un viraje que desnuda cómo, desde hace años, el asesinato de líderes se ha usado como instrumento político, antes de la izquierda y ahora de la derecha. Y el dolor aparente en redes sociales de quienes denuncian se prende y se apaga según sus intereses frente al poder.

En medio de la instrumentalización de la violencia quedan los 100 líderes sociales que han sido asesinados este año y las 168 víctimas de 57 masacres que la paz total no ha logrado todavía frenar.

El 3 de mayo de 2021, Nicolás Guerrero, un joven artista de 22 años, murió en Cali tras recibir un disparo en la cabeza durante un enfrentamiento de manifestantes y el Esmad en el Paro Nacional. Esa mañana, el #NosEstánMatando llegó a ocupar la tercera tendencia nacional en Twitter. Las primeras tendencias en Colombia eran “Nicolás” y “#SOSCali”.

Durante las jornadas de protesta del paro nacional de 2021, el #NosEstánMatando se convirtió en una constante en las redes sociales para referirse a casos de brutalidad policial contra los manifestantes. Pero el hashtag, el nombre de la tendencia precedido por un #, empezó a moverse en redes sociales desde 2018 para referirse al asesinato de líderes sociales y, particularmente, al incremento de las masacres en el país.

En 2021 el interés de búsqueda de la palabra “masacres” superó la de líderes sociales, según las tendencias que mide Google Trends. Esta herramienta del buscador toma muestras sobre conceptos que se buscan en una ubicación determinada. Según la intensidad de búsqueda, les asigna un puntaje entre 0 y 100 a los momentos específicos en los que el concepto es menos o más buscado, respectivamente.

La Silla Vacía revisó, mes a mes, el interés de búsquedas de los conceptos “lideres sociales” y “masacres” desde enero del 2018 hasta agosto del 2023. Así, agregó los puntajes de los intereses de búsquedas mensuales para comparar el interés de búsqueda entre enero y julio de cada uno de los últimos cinco años.

En 2020, también hubo un aumento en los trinos sobre masacres según la revisión que hizo La Silla de los 36 perfiles de los influenciadores políticos más relevantes en Twitter del Atlas de los influenciadores políticos de La Silla Vacía. La revisión consistió en mirar, año a año, cuántos trinos publicó cada uno de los 36 influenciadores sobre masacres y asesinatos de líderes sociales. El pico en las cifras de trinos sobre el tema en ese año alcanzó los 341.

Esta cifra ha ido bajando en los últimos cinco años, tanto así que los influenciadores no han hecho mucho eco del aumento en las cifras de masacres, que reportó la ONU la semana pasada. El año pasado, por ejemplo, la cifra quedó en 204 trinos sobre el tema.

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Esta baja en los trinos es aún más evidente en aquellos influenciadores que apoyan al gobierno Petro, quienes en 2020 alcanzaron a publicar 284 trinos sobre el tema, mientras que en lo que va de este año la cifra solo llega a los 50 trinos sobre masacres.

Para Jorge Mantilla, investigador del conflicto y crimen organizado, “el tema con los activismos, que antes se encargaban de hacer denuncias o impulsarlas en la opinión pública, es que ahora hacen parte del gobierno o son cercanos al gobierno”. “No quiere decir que se haya dejado de reportar, siguen contando las masacres y el número de líderes asesinados, pero evidentemente se ha dejado de impulsar la denuncia, al menos con la visibilidad que se hacía antes”, agrega.

Sin mucho eco, las organizaciones, como el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos o Indepaz, siguen haciendo un seguimiento juicioso de las masacres que han tenido lugar durante este Gobierno, como el del pasado junio en Cali.

Además de la reducción de influenciadores que hablan sobre las masacres, también hay un claro giro hacia la derecha de estas publicaciones. Ese es el caso del anuncio que hizo Indepaz sobre la masacre número 57 de este año, que fue replicado por David Ghitis, columnista del portal uribista Los Irreverentes. Desde marzo de este año, por primera vez, Ghitis empezó a compartir las cifras de masacres de Indepaz con sus más de 200 mil seguidores.

Para la publicación de esta nota, La Silla contactó a 10 de los influenciadores políticos que antes eran muy vocales y ahora han reducido sus denuncias sobre asesinatos de líderes sociales y masacres en Twitter —entre los cuales están el senador Ariel Ávila y las representantes María Fernanda Carrascal y Cathy Juvinao—, pero no ha obtenido respuesta.

El 8 de diciembre de 2019, más de 40 artistas participaron en “Un Canto por Colombia”, un concierto con tres escenarios fijos y otro móvil que recorrió las principales avenidas de Bogotá desde el Parque Nacional hasta la calle 85 con carrera 15. El objetivo del evento era apoyar las causas que promovió el Paro Nacional de ese año, entre las cuales estaba la violencia contra los líderes sociales y el aumento de las masacres durante el gobierno Duque.

Ese año la herramienta de tendencias de Google registró un máximo histórico en el interés de búsquedas del concepto “lideres sociales” en los últimos cinco años. Las búsquedas relacionadas con el concepto para ese 2019, coinciden con el esfuerzo que hizo el activismo social para que se visibilizara el asesinato de líderes.

Ese mismo activismo llegó a Twitter, en donde a lo largo del 2019 los influenciadores trinaron en 623 ocasiones sobre líderes sociales. Aunque no hay una disminución importante en la violencia, esa cifra ha caído a 86 trinos en lo corrido del 2023 y 198 a lo largo del 2022, una disminución del 32 por ciento en cuatro años.

“Las voces que denunciaban el asesinato de líderes sociales en redes sociales, pero la violencia no debería quedar en un plano de lo politizable, sino que debería ser reconocida como un problema estructural muy fuerte que no tiene color político y visibilizarse”, dice Francisco Daza, coordinador de la línea de paz territorial de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).

Particularmente en los 19 influenciadores que apoyaron a Petro —algunos de los cuales ahora son funcionarios del Gobierno— es evidente la caída de la relevancia que han tenido los líderes sociales. Según la revisión de La Silla, el tema pasó de estar en 506 trinos de este grupo de influenciadores en 2019, a 70 trinos en 2023 y 162 en 2022. Esto implica una reducción del 32 por ciento.

“Hubo una invisibilización del tema durante el primer año del gobierno Petro”, agrega Daza, de Pares.

A pesar de la pérdida de interés sobre el tema, los 92 asesinatos de líderes durante el primer semestre de este año, lo convierten en el tercero más violento de los últimos cinco años. Según la base de datos de La Silla sobre el tema, a este semestre solo lo sobrepasa el de 2022 (en donde asesinaron a 123 líderes) y el de 2020 (en el que hubo 97 asesinatos).

“Lamentablemente, ha bajado la atención sobre el tema, pero debería mantenerse porque los números reflejan un problema grave de violencia en los territorios, que hoy es el problema más grave de derechos humanos del país”, dice Juan Pappier, subdirector en funciones para la división de las Américas de Human Rights Watch.

“Es preocupante que el tema se politice, lo que necesitamos de los actores políticos del país son respuestas, que sean capaces de hacer reformas estructurales para resolver el fenómeno y le den respuesta a la violencia contra los líderes sociales”, agrega.

Como ocurrió con la publicación de Ghitis, el 28 de marzo de este año, el senador uribista, Miguel Uribe, usó el #NosEstánMatando por primera vez en su cuenta de Twitter.

“Nos están matando en toda Colombia, ya aquí dijeron las cifras, solo en el gobierno de Petro 100 líderes asesinados, 15 excombatientes de las Farc y 60 masacres, por mucho menos estaban haciendo una campaña mundial diciendo que ‘nos estaban matando’ y hoy guardan silencio”, dijo Uribe ese día en el debate de control político del ministro de Defensa, Iván Velásquez.

“El tema del asesinato de líderes sociales se está instrumentalizando y, esta vez, representa un doble racero de la derecha. No se lo reclamaban a Duque, cuando fue en su gobierno que hubo un crecimiento de los grupos armados y altas cifras de líderes sociales asesinados”, dice Daza, de Pares.

Como Ghitis o Uribe, 13 influenciadores que le hacen oposición a Petro han empezado a trinar sobre asesinatos de líderes y masacres para presionar al presidente con la inseguridad en las regiones. Este grupo de tuiteros pasó de 16 trinos sobre masacres en 2018 a 66 el año pasado. Dos casos representativos son los de Ani Abello y Jaime Arizabaleta:

Incluso la Asociación de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore) —que quiere crear un partido político para hacerle oposición al gobierno Petro— usó el #NosEstánMatando, por primera vez, este mes para denunciar muertes en la Fuerza Pública.

“Se están utilizando estos temas a conveniencia en clave de oposición, se agarran de cifras y causas para denunciar que la paz total no está siendo efectiva, según ellos”, agrega Daza, de Pares.

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Más allá de esta instrumentalización, el tema pierde relevancia porque la derecha no ha logrado el mismo impacto que tenían los influenciadores de la izquierda. Este año, el día que más ha sido empleado el #NosEstánMatando fue el 25 de mayo, cuando llegó a la tendencia 47 de Colombia en Twitter, lejos del tercer lugar que ocupó en 2021.

“Es peligroso que actores políticos se apropien de estas causas sin darle una respuesta real al asesinato de líderes”, dice Pappier, de Human Rights Watch. “Las personas comprometidas con los derechos humanos tienen la responsabilidad de denunciar cuando sea que ocurran las violaciones, cualquiera sea el gobierno de turno”, concluye.

 

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