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El reciente proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2024 ha desatado un debate en el ámbito económico y político sobre su cumplimiento respecto a la regla fiscal. A pesar de las preocupaciones manifestadas por diversos sectores, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha salido a la defensa, argumentando que este se encuentra en equilibrio entre gastos e ingresos, y que no pone en peligro la regla fiscal establecida.
Con un monto total de $ 502,6 billones, el PGN 2024 busca distribuir los recursos de manera efectiva entre diversos sectores prioritarios. El ministro Bonilla destacó que los sectores de Educación, Salud y Protección Social, así como Defensa y Policía, recibirán las mayores asignaciones presupuestales, con sumas de $ 70 billones, $ 61 billones y $ 55,2 billones respectivamente. Estas inversiones reflejan la intención del Gobierno Nacional de atender áreas clave para el desarrollo y el bienestar de la población.
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Sin embargo, la controversia radica en las implicaciones fiscales de este presupuesto. A pesar de las afirmaciones del ministro Bonilla de que el PGN 2024 se encuentra equilibrado en términos de ingresos y gastos, algunos críticos han expresado su preocupación por la posible violación de la regla fiscal. Esta regla establece que el déficit fiscal no debe superar el 2,2 % del Producto Interno Bruto (PIB), y cualquier desviación podría tener implicaciones negativas para la estabilidad económica del país.
“El presupuesto general que estamos presentando es de $502,6 billones, está equilibrado entre ingresos y gastos presupuestales, que no tienen nada que ver con el equilibrio que se tenga en materia fiscal, que es un equilibrio diferente”, explicó.
En su defensa, el ministro Bonilla asegura que el presupuesto no busca seguir endeudando al país. Además, señaló que entre 2024 y 2025 se planea completar el pago de la deuda adquirida con el Fondo Monetario Internacional, lo que demuestra un esfuerzo por manejar prudentemente las obligaciones financieras.
En su intervención, el ministro también resaltó la importancia de bajar las tasas de interés controladas por el Banco de la República, que se mantienen en un 13,25 %. Argumentó que el objetivo de enfriar la economía ya ha sido cumplido y que es necesario tomar medidas para estimular el crecimiento económico.
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Otro aspecto destacado del presupuesto es la asignación de recursos para el sector agrícola. Con $ 8,1 billones destinados a este rubro en 2025, el Gobierno busca avanzar en su Plan Nacional de Desarrollo y cumplir con el acuerdo de La Habana. Parte de estos recursos se emplearán en la adquisición de hectáreas productivas destinadas al campesinado, en línea con el objetivo de alcanzar la entrega de 10 millones de hectáreas contemplado en el acuerdo.
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