La Gobernación del Quindío ha lanzado un ambicioso plan de inversión de $1.000 millones para modernizar el Centro Administrativo Departamental (CAD), respondiendo así a obligaciones pactadas tanto con sindicatos como en el marco del Plan de Desarrollo local. La estrategia contempla la adquisición de mobiliario ergonómico—con especial énfasis en la Secretaría de Salud, Educación y otras áreas clave—junto a renovaciones de la infraestructura física y actualizaciones en tecnología, incluyendo computadores y licencias de software. Además, se proyecta una inversión posterior de $1.890 millones para modernizar los ascensores del edificio, una intervención programada hasta julio de 2026, según la información suministrada por la administración departamental.
No obstante, esta apuesta institucional ha enfrentado críticas desde el Sindicato de Trabajadores Departamental Quindío (Sintradepartamental). El gremio expone lentitud en la ejecución del plan y señala la persistencia de falencias estructurales como la precariedad en mobiliario, falta de equipos esenciales y ausencia de elementos de seguridad para quienes cumplen tareas de campo, principalmente en la Secretaría de Salud. Declaraciones del presidente sindical, Johan Manuel Guevara Arcila, subrayan atrasos en la distribución de recursos que impactan a empleados sin escritorios, computadoras o medios de transporte, una situación que se ha prolongado por más de una década tras distintas reestructuraciones administrativas.
Este contexto revela una tensión inherente en la gestión pública entre inversiones que privilegian la proyección externa—como el caso de luces LED instaladas en el entorno del CAD para fomentar el turismo—y aquellas que atienden necesidades internas críticas para el correcto desarrollo institucional. Ana María Hernández, docente especializada en administración pública, destaca que la modernización debe colocar en el centro el bienestar y la productividad de los servidores públicos, pues la calidad de los servicios entregados a la ciudadanía depende de condiciones laborales óptimas, según expuso en una entrevista para la revista Gestión Pública.
Estudios regionales, como los presentados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2023, indican que la eficiencia administrativa mejora cuando la inversión pública prioriza el fortalecimiento del recurso humano y la infraestructura interna. No obstante, señalan que estas áreas suelen recibir menor atención presupuestal frente a iniciativas más visibles, lo que puede afectar la calidad de la gestión pública.




En el ámbito de la actualización tecnológica, la compra de 15 computadores de escritorio, tres portátiles y múltiples licencias de software representa un avance, pero el sindicato urge una entrega ágil para evitar que los funcionarios deban cubrir estos costos de su propio bolsillo—aún una realidad en otras regiones según reportes de la Contraloría General de la República de Colombia. Dicho organismo advierte posibles implicaciones legales y riesgos para el desempeño institucional cuando la dotación para empleados públicos es inadecuada.
La seguridad de los trabajadores tampoco ha quedado exenta de observaciones. La Secretaría de Salud aún carece de los elementos de protección necesarios para labores de control e inspección en campo, vulnerando estándares mínimos de seguridad laboral definidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El organismo internacional remarca la obligación institucional de garantizar no sólo condiciones físicas y tecnológicas adecuadas, sino también protocolos y equipos que resguarden la integridad de los empleados públicos.
En síntesis, la experiencia en el CAD del Quindío confirma que los procesos de modernización en la administración pública no se resuelven únicamente con inversión. Requieren planeación estratégica, transparencia en los procesos y diálogo continuo con trabajadores y sindicatos, de modo que las acciones respondan a las necesidades reales de quienes sostienen el servicio público, evitando que las inversiones se limiten a cuestiones de imagen o apariencia.
¿Por qué es relevante priorizar la adquisición de mobiliario ergonómico en la administración pública? Un mobiliario ergonómico contribuye de manera significativa al bienestar físico e incluso emocional de los servidores públicos que pasan largas jornadas laborales en oficinas. La relevancia de esta inversión se sostiene en el impacto directo que tiene sobre la productividad, la prevención de lesiones ocupacionales y la disminución del ausentismo. Además, responde a estándares internacionales de condiciones laborales adecuadas, fortaleciendo el compromiso institucional con la salud y la eficiencia administrativa.
Este tema se considera relevante dado que múltiples áreas críticas, como Salud y Educación, han reportado carencias en sus espacios de trabajo, lo que impide un desempeño óptimo y genera inconformidad entre el personal. El atraso en la dotación del mobiliario deseado, subrayado por el sindicato, visibiliza un asunto que afecta no sólo la moral de los empleados, sino también la calidad del servicio prestado a la ciudadanía.
¿Qué significa "adecuaciones locativas" en proyectos institucionales? El término "adecuaciones locativas" hace referencia a las mejoras, remodelaciones o mantenimientos requeridos en la infraestructura física de los edificios institucionales. Esto puede incluir desde arreglos en techos, sistemas eléctricos, pintura y pisos, hasta ampliaciones de espacios, cambios de iluminación o reforzamiento de seguridad. Son intervenciones necesarias para crear ambientes funcionales, seguros y acordes a la normatividad vigente.
Comprender este concepto resulta importante porque muchas veces las inversiones públicas privilegian acciones visibles en el entorno urbano, mientras que el deterioro interno de oficinas y espacios de atención puede afectar notablemente el rendimiento y la motivación del personal, así como la calidad de la atención a usuarios y visitantes.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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