Un fallo del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, Sala Civil Especializada en Restitución de Tierras, ordena devolver 900 hectáreas de tierra a una familia doradense, que las perdió a manos de grupos armados ilegales.

El documento indica que la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Restitución de Tierras Despojadas –Dirección Territorial Valle del Cauca y Eje Cafetero (UAEGRTD), en representación de Patricia, José Carlos, Juan Andrés, Clara Inés y Mónica Jaramillo Lema, además de Tiberio Jaramillo Calle, solicitó que se les reconociera la calidad de víctimas, se protegiera su derecho fundamental y se dispusiera la restitución jurídica y material de los predios Las Vegas y Yanuba, ubicados en las veredas Agustina y Tablones, de La Dorada.

El Tribunal añadió que también se pidió ordenar a la Oficina de Instrumentos Públicos del puerto caldense cancelar y adelantar las inscripciones que aseguren el goce del derecho, según la ley, así como la actualización de área, linderos y titulares del derecho, con base en la información predial determinada en el fallo.

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Los demandantes narraron que, junto con su padre y abuelo Tiberio Jaramillo Restrepo (ya fallecido) ejercían la ganadería en La Dorada, en Las Vegas y Yanuba, donde el señor, como administrador de esa actividad familiar, designó en el 2000 a Carlos Mario Cuartas Matis como encargado de la explotación ganadera.

Relataron que en ejercicio de su labor, Cuartas Matis advirtió que en Las Vegas estaban habitando miembros de las Auc, por lo que procedió a desalojarlos. Estos, como represalia, lo secuestraron y se lo llevaron de la zona. Lo encontraron muerto en la vereda El Cruce, de San Luis (Antioquia), vía Bogotá – Medellín.

El Mitsubishi de placas KFE 253, de Tiberio, apareció incinerado, como consta en el acta de levantamiento del cadáver e informe complementario del 8 de noviembre del 2000 por la muerte de Cuartas Matis.

Pese a ello continuaron con la administración de los predios hasta el 2003, cuando a Tiberio le robaron 845 cabezas de ganado y posteriormente, al desaparecerse más semovientes, recibieron una llamada en la que les indicaban que debían desocupar las fincas, por lo que no regresaron, ni continuaron con la explotación ganadera del predio. Pese a eso, sí mantuvieron un administrador.

Patricia, en su calidad de directora de Reinserción del Ministerio del Interior para el periodo 2002-2004, tuvo contacto con alias el Águila y con Ramón Isaza, quienes le manifestaron que quien hurtó los semovientes y ejecutó las amenazas fue Miguel Arroyave, alias Arcángel, líder de las Auc Bloque Centauros.

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Sin negocio

Se afirmó que Patricia y su hermano (no dijo cuál) negociarían con Arcángel, por lo que acudieron a un restaurante en el puerto caldense, citados por él, pero el delincuente no acudió. En su reemplazo mandó a un sobrino, sin llegar a ningún acuerdo. Este les indicó que si bien tenían la titularidad de los predios, ellos poseían las armas.

Ocho días después de esa reunión mataron a Arcángel , por lo que los caldenses esperaron un poco y entraron en negociaciones con Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, a quien le vendieron la mitad del predio, pero él incumplió el contrato y se apoderó de la totalidad de los terrenos. Ejerce posesión sobre estos, a través de terceros.

Adujeron que además detectaron maniobras fraudulentas para apoderarse de Las Vegas, a través de la falsificación de poderes y escrituras públicas supuestamente otorgadas por Tiberio (fallecido el 10 de marzo del 2004), María Luisa Lema de Jaramillo, Patricia, Clara Inés y José Carlos Jaramillo Lema, situación que fue resuelta por la Fiscalía 80 Seccional de Medellín, que mediante Resolución 01 de junio de 2004 decretó la nulidad de dichos documentos, dejando sin validez las anotaciones 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21 22, 23 del folio de matrícula 106-3734.

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Mediante dos resoluciones de mayo del 2016, la UAEGRTD inscribió en el Registro de Tierras Despojadas y

Abandonadas Forzosamente a esta familia doradense, con relación a los predios Las Vegas y Yanuba.

En el fallo, el Tribunal concluyó que esta familia sufrió amenazas y terminó vendiendo el predio a señalados testaferros del paramilitarismo.

A partir de ahí apareció un hombre que ha sido señalado en al menos dos expedientes como representante de Macaco: Héctor Fabián Gómez Ospina, quien terminó quedándose con los predios en La Dorada y luego los vendió a otro ganadero, Guillermo León Montoya, quien los administraba.

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Falsificar

En su lucha por recuperar las tierras, los Jaramillo Lema indicaron que el ente acusador encontró varios intentos de falsificar escrituras y poderes para adueñarse del lote. Sin embargo, nunca se determinó quiénes estuvieron detrás de esa situación.

Según el fallo del Tribunal, Gómez Ospina sería quien adelantó el negocio, por cerca de $1.800 millones. Dos años después, los predios fueron vendidos al ganadero Montoya (contra quien no pesa ninguna anotación judicial), quien argumentó que los papeles estaban en regla y que conoció a Gómez Ospina en Medellín, a través de otros ganaderos y por su sociedad de finca raíz.

El fallador le reprochó a Montoya el que no fuese diligente para verificar que los papeles de los terrenos estuvieran en regla. Puso como ejemplo que los certificados de tradición no estaban a nombre del vendedor.