El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La Fiscalía llamó a juicio formalmente a Brenda Gissele Celeita, una mujer que se hacía pasar por médico especialista en cirugía estética y quien sería responsable de la muerte de la joven de 23 años, Laura Sofía Amaya. El caso tomó relevancia nacional por la historia personal de la víctima y los detalles del procedimiento médico.
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En agosto de 2023, Amaya regresó a Colombia procedente desde España, donde estudiaba derecho y se financiaba la carrera trabajando como recepcionista en un hotel. La idea de su regreso era verse con su hijo de cuatro años, a quien quería llevar al país ibérico, pero también hacerse una cirugía estética por la cual ya había pagado $7’000.000.
Según la investigación, Brenda Gissele Celeita atendió a la víctima en un local que, en realidad, era una peluquería en el barrio Restrepo, al sur de Bogotá. “En el curso de la cirugía, la joven, de 23 años, presentó convulsiones, por lo que fue trasladada a un centro hospitalario. Allí murió horas después de un paro cardiorrespiratorio”, concluyó la Fiscalía.
Otras pruebas recolectadas por el ente investigador sostienen que Celeita ni siquiera tiene título de médica, ni mucho menos contaba con la idoneidad para ejecutar procedimientos quirúrgicos. Tampoco estaba certificada por las autoridades de salud para hacer intervenciones y, aun así, se comprometió a hacer la operación.
En su momento, El Espectador habló con una de las amigas de la víctima, quien detalló que el nombre de la supuesta clínica era Revovvastylespa. “Conocimos a unas amigas que nos hablaron de la cirujana Brenda Gissel Celeita Angarita, quien se nos presentó como una médica esteticista especializada, quien nos aseguró de que no había ningún riesgo, y hasta nos mostró varios de sus resultados. Su discurso nos dio confianza”, dijo la persona entrevistada.
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Asimismo, agregó que, se suponía que Laura Sofía Amaya saldría sin inconvenientes del local a la 1:00 p. m., pero salió en un estado tan crítico que convulsionó. De hecho, durante el procedimiento “hasta la dejaron caer de la camilla”. Aunque alcanzaron a trasladarla al Policlínico del Olaya, la víctima falleció en cuestión de tres minutos.
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