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En solo 30 minutos, en Cali, capital de Valle del Cauca, se vivieron momentos de pánico por tres detonaciones de explosivos ocurridas en la mañana del martes 10 de junio. Hacia las 8 de la mañana, las personas que se encontraban haciendo sus compras en el barrio Meléndez, suroccidente de la ciudad, fueron sorprendidas por una moto bomba frente a la estación de Policía.
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Un hombre conocido como ‘El Barbas’, quien al parecer se encontraba cuidando las motos de la zona, perdió la vida, y decenas de ciudadanos resultaron heridos.
Pocos minutos después hubo otra explosión cerca a la estación de policía de Los Mangos, en el oriente de Cali, donde otra persona murió por la gravedad de las heridas. Cerca de este lugar, en el barrio Manuela Beltrán, se presentó otra detonación que no dejó víctimas fatales. “Hay incertidumbre, desconfianza de ver carros o motos por ahí parqueados“, dijo una ciudadana de la ciudad tras la ola de violencia.
Estos ataques, atribuidos a las disidencias de las Farc, se suman a los ocurridos, prácticamente de manera simultánea, en Jamundí, donde tres personas murieron y decenas resultaron heridas, y en Potrerito, donde se reportaron ocho personas lesionadas. En total, los ataques dejaron cinco muertos y 74 heridos en Valle del Cauca, quienes están siendo atendidos en los distintos centros médicos del departamento, por lo que hay alerta naranja por la saturación de los bancos de sangre.
“En este instante tenemos dificultades con este líquido vital, y necesitamos de manera urgente el apoyo de quienes puedan donar. A los caleños les pedimos acercarse a los bancos de sangre de la Fundación Valle de Lili, el Hospital Universitario del Valle, el Centro Médico Imbanaco y la Cruz Roja”, afirmó María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle del Cauca.
Por su parte, el secretario de Seguridad Jairo García ofreció una recompensa de 300 millones de pesos para quien dé información de los responsables de las explosiones en la ciudad, que tiene ley seca hasta la medianoche del miércoles. “No podemos permitir que nos vuelvan a llevar a 1989 […] Estamos viendo el deterioro de la seguridad en nuestra región y de la economía ilícita”, afirmó el alcalde de Cali, Alejandro Eder.
El presidente de Gustavo Petro, en medio de la tensa situación que se vive en la capital de Valle del Cauca, liderará un consejo extraordinario de seguridad para evaluar las medidas a seguir por parte del Ministerio de Defensa y la Policía Nacional.
Atentados en Cauca
Un total de 14 actos terroristas se registraron en el departamento del Cauca en menos de 24 horas. El primero ocurrió hacia las 5 de la mañana en El Bordo, cabecera municipal del Patía, donde un vehículo con explosivos fue detonado frente a la Alcaldía, dejando a un policía y a un civil herido. Tan solo minutos después, en Corinto, norte del departamento, otro vehículo explotó cerca a la estación de Policía, dejando dos personas heridas y causando gran destrucción.
Los ataques y hostigamientos a la Fuerza Pública continuaron durante todo el día, afectando 10 municipios. Incluso, en horas de la noche, la violencia continuaba en Santander de Quilichao, donde hubo un intento de lanzamiento de dron frustrado por la Fuerza Pública. Y en el municipio de Villa Rica, un atentado en un peaje dejó otro policía muerto y varios heridos.
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Las autoridades afirmaron que los ataques se dieron por parte de las disidencias de ‘Carlos Patiño’ e ‘Iván Mordisco’, en conmemoración al aniversario de la muerte de alias ‘Mayimbú’, por lo que esta semana es crítica para el suroccidente del país, y las autoridades ya preparan medidas para prevenir acciones similares. En Cauca también hay ley seca, y los colegios privados y públicos permanecen cerrados hasta el próximo lunes.
“Es una semana de máxima alerta (…) A través de bombas caseras son para afectar a la estructura social, pero sobre todo para afectar la población civil. No están dirigidas a un objetivo específico, sino que buscan crear zozobra, miedo y matar a cualquier persona”, afirmó el gobernador del Cauca, Jorge Guzmán.
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