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La reciente entrega de materiales para mejoramiento de infraestructura hídrica en Salamina muestra la coordinación entre autoridades y comunidades para enfrentar la crisis de acceso al agua en zonas rurales. Las juntas de Acción Comunal de diversas veredas resultaron beneficiadas con tuberías de una y dos pulgadas, accesorios y dos tanques de cinco mil litros, elementos fundamentales para atender las necesidades urgentes derivadas de la escasez y la deteriorada red de acueductos locales. Esta dotación, según información recogida por La Patria, fue entregada durante un evento realizado en el parque Bolívar y contó con la presencia de líderes de los sectores involucrados.
Esta gestión no se limita a una única entrega. En el Coliseo Cubierto de Salamina, la Alcaldía llevó a cabo la distribución de insumos orientados a fortalecer los acueductos en veredas como Guaimaral, Águila Alta y La Loma. La financiación provino de la Gobernación de Caldas, la Secretaría de Vivienda y el Plan Departamental de Agua, en una estrategia que, como detalló Julián Salazar, contratista de la Gobernación, buscó asegurar que los recursos impactaran directamente a las comunidades mediante un trabajo conjunto con los líderes comunales.
El contexto detrás de esta acción revela una problemática persistente: la escasez de agua, agravada por situaciones geológicas como el deslizamiento ocurrido en la zona de El Faro. María Berta López Ocampo, presidenta de la Junta de Abasto de Guayacalito y de la Junta de Acción Comunal de Guayabal, sostuvo que, pese a un fallo de la Corte Constitucional que favoreció a la comunidad, los avances han sido limitados. La zona aún enfrenta falta de agua potable, filtraciones y bloqueo de bocatomas, situación que afecta a cerca de 300 familias obligadas a abastecerse con pequeñas cantidades provenientes de quebradas.
Para enfrentar esta realidad, la administración municipal ha diseñado un esquema de entregas múltiples a lo largo del año. La primera tuvo lugar el 1 de noviembre y las siguientes están previstas para dotar de nuevos accesorios y materiales, utilizando recursos municipales por 450 millones de pesos en el marco de los Convenios Solidarios. Según Juan Carlos Arias Gómez, secretario de planeación local, este mecanismo se construyó de manera participativa con las juntas de Acción Comunal, priorizando el fortalecimiento de los acueductos rurales.
Testimonios como el de José Arley Díaz, presidente de la Junta de la vereda Guayabalito, reflejan los desafíos persistentes: si bien su comunidad de 60 personas se benefició, la situación en El Faro repercute sobre ellos. Por su parte, Rogelio Ramírez Suárez, presidente de la Junta de la vereda El Tigre, destacó el valor de los suministros entregados y expresó su agradecimiento, resaltando que un buen suministro puede mejorarse aún más con estos apoyos.
¿Qué papel tienen las juntas de Acción Comunal en la gestión de los acueductos rurales? La pregunta cobra relevancia debido a que las juntas han asumido una función clave como intermediarias entre las necesidades comunitarias y las entidades gubernamentales. Según lo evidencian los hechos relatados, estas organizaciones lideran la recepción y distribución de materiales, gestionan los recursos y velan por la correcta aplicación de los convenios establecidos. Su participación ha permitido canalizar eficazmente las ayudas, incentivar la organización y facilitar la articulación entre autoridades locales y la población, demostrando que la gestión comunitaria es un pilar esencial en el mejoramiento de los servicios básicos rurales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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