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La Sala Especial de Seguimiento de la Corte Constitucional de Colombia adoptó medidas sanitarias urgentes frente a la propagación de enfermedades infectocontagiosas, como la tuberculosis, en estaciones y subestaciones de Policía, así como en unidades de reacción inmediata, en los departamentos de Antioquia y Santander. Esta respuesta fue motivada principalmente por denuncias sobre el grave hacinamiento que presentan los centros de detención transitoria en Medellín y su área metropolitana. A raíz de la situación, en un auto emitido el 22 de julio, la Corte instruyó a la Defensoría del Pueblo y a la Procuraduría General de la Nación para que acudieran a estos lugares y verificaran sus condiciones.
Según la Defensoría del Pueblo, diversos hallazgos evidencian un panorama crítico: en varios centros existe ausencia de agua potable, las instalaciones sanitarias muestran un notable deterioro y falta de mantenimiento, y se constata la acumulación de residuos sin que existan protocolos adecuados de limpieza. Además, la Defensoría explicó que no hay atención médica permanente ni medicamentos esenciales, lo que imposibilita tratar de forma efectiva enfermedades comunes y fácilmente contagiosas.
La Corte Constitucional, basándose en esta información, advirtió que estas condiciones incrementan el riesgo de propagación de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y dermatológicas, amenaza que involucra tanto a las personas privadas de la libertad como al personal que labora en esos lugares. Paralelamente, la Secretaría de Salud de Medellín confirmó que diez mujeres internas en la cárcel El Pedregal fueron diagnosticadas con tuberculosis, lo que pone en peligro la salud de otras 180 mujeres bajo custodia en ese establecimiento.
La Veeduría Ciudadana al Sistema Penitenciario y Carcelario Nacional advirtió a la Corte sobre el traslado de personas privadas de la libertad desde estaciones de policía hacia establecimientos penitenciarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), sin implementar protocolos de aislamiento, diagnóstico o tratamiento médico especializado. Tales omisiones ponen en riesgo tanto a reclusos como a funcionarios y visitantes, pues podrían desencadenar contagios masivos o incluso desencadenar una epidemia regional, dada la alta transmisibilidad de la enfermedad.
El defensor de los derechos carcelarios en Santander, Hernando Mantilla Medina, hizo un llamado urgente sobre la situación de la Cárcel Modelo de Bucaramanga y las estaciones de Policía de esa ciudad, resaltando que la cárcel alberga a 2.219 internos, pese a que su capacidad es de 1.247, lo que representa una sobrepoblación de 972 personas y un índice de hacinamiento del 77,9%. Mantilla también señaló que en febrero de 2025 se reportó un brote de tuberculosis que afectó a más de 100 internos.
La Corte Constitucional concluyó que en el país persiste la aplicación de una política criminal insuficiente que recurre en exceso a la privación de la libertad, sin brindar condiciones dignas para su ejecución. Además, señaló que no existe un compromiso serio y respetuoso por parte de los funcionarios del sistema para reconocer y modificar las acciones que vulneran los derechos de la población reclusa. Por ello, la Corte ordenó a las alcaldías de Medellín y Bucaramanga, con sus secretarías de Salud y en coordinación con el INPEC y la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC), adoptar medidas inmediatas que garanticen condiciones mínimas de salubridad para las personas privadas de la libertad en los centros de detención transitoria.
¿Qué es la tuberculosis y por qué es preocupante en contextos carcelarios?
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente a los pulmones y se transmite de persona a persona por vía aérea. En contextos carcelarios, como los mencionados en Antioquia y Santander, la preocupación radica en las condiciones de hacinamiento, falta de ventilación, y escasez de atención médica y de medicamentos esenciales, una combinación que eleva exponencialmente la probabilidad de brotes, como lo señaló la Secretaría de Salud de Medellín respecto al caso de la cárcel El Pedregal.
Las condiciones deficientes en infraestructura y cuidado médico permiten que la propagación de esta y otras enfermedades infectocontagiosas ocurra rápidamente. Por lo tanto, la identificación de casos y la adopción de medidas sanitarias oportunas resultan fundamentales para evitar escenarios de contagio masivo que no solo afectan a internos, sino también al personal encargado y a personas externas que ingresan a los centros afectados.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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