“La revelación de las pruebas antes del juicio, en EE. UU., hace que las pruebas se contaminen y se dañen, eso es un propio del sistema americano”, explicó Martínez en entrevista con Yamid Amat grabada antes de que el hasta esta semana fiscal general viajara al exterior.
Según él, esas pruebas no eran necesarias, pese a que fueron las que este viernes terminaron en la recaptura del excomandante guerrillero.
En su criterio, las suministradas por la Fiscalía eran suficientes: “¿Las de la Fiscalía no existen?”, preguntó. “Ahí están las pruebas que decían que esos hechos ocurrieron entre agosto y febrero de 2018, y eso era lo único que ellos tenían que probar”, añadió.
“Ellos (la JEP) se adentraron en asuntos que no son de su competencia”
No obstante, después de lo sucedido este viernes, cabe preguntarse si qué fue lo que motivó a Estados Unidos a ceder finalmente las pruebas que no habrían enviado antes, suponiendo que las razones del renunciado fiscal son ciertas.
Las preguntas quedan aún en el aire, tal como lo evidenció la propia Jurisdicción Especial para la Paz en su último comunicado del viernes.
Ese tribunal se preguntó por qué la Fiscalía incorporó “nuevas evidencias y elementos de prueba” como “producto de la cooperación judicial internacional”, reiterando que “no fueron aportadas al análisis que hizo la Sección de Revisión”.
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