La ciudad de Armenia vivió el jueves 25 de septiembre su segunda jornada del Día Sin Carro y Moto en 2025, una iniciativa que busca transformar la movilidad urbana y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Las autoridades locales calificaron el balance como positivo, resaltando la alta participación de la ciudadanía, la disminución de infracciones y logros ambientales significativos. Según Daniel Jaime Castaño Calderón, secretario de Tránsito y Transporte, durante las 12 horas que duró la restricción —de 7 de la mañana a 7 de la noche— se expidieron 95 comparendos, se inmovilizaron 13 vehículos y se reportó solo un accidente leve en el que estuvieron involucrados un ciclista y un taxi. La medida permitió que las calles se mantuvieran más tranquilas, con un evidente protagonismo del transporte público y de opciones ecoamigables como bicicletas, motos eléctricas y patinetas, cuyo uso continúa creciendo en la región.
Para hacer frente a la suspensión de los vehículos particulares, el sistema de transporte urbano reforzó su operación con más de 350 buses y habilitó una flota de 1.700 taxis, factores decisivos para facilitar el desplazamiento de trabajadores, estudiantes y adultos mayores en la ciudad. De acuerdo con las autoridades, la actitud responsable de la mayoría de los conductores y usuarios fue fundamental, aunque se registró un incidente aislado de intolerancia sin mayores consecuencias. Esta articulación ayudó a sostener los niveles de movilidad y reafirmó el compromiso ciudadano con la jornada.
El impacto positivo de esta medida se reflejó tanto en el ambiente como en la percepción de tranquilidad urbana. Juan Esteban Cortés Orozco, director general encargado de la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), señaló que en jornadas previas se documentó una reducción promedio del 60% en la contaminación atmosférica por partículas de fuentes móviles y fijas, cifra que se esperaba mejorar en esta ocasión. Los sonidos habituales del tráfico también disminuyeron notablemente, lo que, sumado a la mejor calidad del aire, generó una sensación de bienestar ampliamente reconocida por la comunidad, resultados similares a los que reportan otras ciudades que han implementado iniciativas similares, según informes de la CRQ y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
El notable incremento en el uso de bicicletas, patinetas y motos eléctricas —especialmente entre jóvenes y trabajadores del centro— fue posible gracias a la habilitación de ciclovías y andenes diseñados para garantizar la seguridad y comodidad de los usuarios. Este cambio no solo promueve una movilidad más autónoma y ambientalmente responsable, sino que favorece la actividad física y contribuye a la disminución del uso del automóvil particular. Organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) destacan la importancia de estas estrategias en la reducción de la contaminación y la mejora de la salud comunitaria.




El Día Sin Carro y Moto en Armenia se relaciona con una tendencia internacional: ciudades como Bogotá, Medellín y Ciudad de México llevan años adoptando jornadas similares con resultados favorables en la calidad del aire y la movilidad. Un informe reciente de la OMS resalta que estas medidas tienen el potencial de transformar hábitos de transporte, reducir la huella ambiental urbana y elevar la calidad de vida. Sin embargo, el éxito de tales jornadas implica la continua vigilancia de autoridades y la educación de los ciudadanos, ya que la imposición de comparendos revela que aún existen desafíos de cumplimiento. La coordinación institucional, junto con la adopción permanente de formas de movilidad sostenibles, es esencial para afianzar estos logros y construir ciudades más limpias y seguras para todos.
¿Cómo impactan estas jornadas la salud pública en Armenia?
La disminución de emisiones contaminantes durante el Día Sin Carro y Moto puede tener efectos directos en la reducción de enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Según la CRQ y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la calidad del aire mejora de manera significativa en estas fechas, lo que puede contribuir a una mejor salud, especialmente entre niños y población vulnerable. La experiencia de otras urbes latinoamericanas demuestra que la continuidad en estas políticas puede consolidar beneficios duraderos para la salud de todos los habitantes.
Además, la promoción del uso de la bicicleta y los desplazamientos a pie favorecen la actividad física diaria, lo cual está estrechamente relacionado con la prevención de numerosas enfermedades crónicas. Es por eso que instituciones como la OMS consideran este tipo de jornadas como herramientas efectivas para fomentar estilos de vida saludables y disminuir la carga de enfermedades ligadas al sedentarismo urbano.
¿Qué retos persisten para hacer permanente la movilidad sostenible?
A pesar de los logros observados, persisten desafíos como la necesidad de fortalecer la infraestructura para bicicletas y vehículos alternativos, ampliar rutas seguras y garantizar la seguridad vial. El número de comparendos e inmovilizaciones evidencia que una parte de la ciudadanía aún no adopta completamente la restricción, lo que plantea la importancia de campañas educativas y mayor vigilancia.
La consolidación de estos días en políticas públicas depende de la coordinación entre entidades como las secretarías de tránsito, la CRQ y el sector transporte, así como del compromiso ciudadano para modificar hábitos a largo plazo. La experiencia en Armenia, respaldada por organismos internacionales, evidencia que el trabajo constante y la participación colectiva son fundamentales para avanzar hacia una movilidad realmente sostenible y equilibrada.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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