El crucifijo que hoy se encuentra en la sala plena de la Corte Suprema de Justicia fue uno de los sobrevivientes de los hechos ocurridos entre el 6 y 7 de noviembre de 1985, conocidos como la Toma del Palacio de Justicia. La pieza, aunque de madera, resistió las llamas y ahora será declarada bien de interés cultural para el estado. El Ministerio de Cultura hizo el anuncio de esta declaración el jueves tres de noviembre.

Mientras el Palacio de Justicia ardía en llamas, el Cristo de madera y yeso que se encontraba en la Sala de Audiencias yacía entre los escombros y el fuego hasta que fue rescatado por el magistrado Hernando Baquero Borda, quien planeaba regresarlo a la Corporación. “Eso es lo que impacta cuando tú ves al Cristo, en el sentido de que su madera se conserva en parte y cómo no subió la llama que lo quemara, sino solo el calor del incendio que se estaba presentando. Por supuesto, esa supervivencia es la que ahora nos representa, que fue lo único que pudo rescatar durante esos dos días”, explica Aroldo Quiroz, presidente de la Corte Suprema de Justicia, a Noticias Caracol.

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La declaración por parte del Ministerio de Cultura convierte al “Crucifijo del Palacio de Justicia” en el primer bien mueble en recibir el reconocimiento de Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional. En presencia de los presidentes de las Altas Cortes y magistrados, la ministra de Cultura, Patricia Ariza, firmó la resolución 0401 a través de la cual el crucifijo adquieres la protección del Estado.

“La resolución del Ministerio de Cultura señala que este crucifijo, que ha acompañado el Palacio de Justicia desde los años 80, más que una reliquia o figura religiosa, ha cobrado un sentido de memoria en homenaje a las víctimas como testigo del holocausto del Palacio de Justicia, pues muestra las huellas del horror, de la violencia desmedida; siendo además evidencia de superación, reconciliación y supervivencia de las instituciones del Estado”.

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Tras firmar el documento que establece diferentes medidas para la conservación de esta figura, la ministra Patricia Ariza señaló en la Sala Plena que, tanto para los creyentes como no creyentes, esta resolución es importante porque el Cristo “fue testigo de lo que sucedió y también será testigo de que esto nunca más vuelva a suceder en Colombia”, afirma el comunicado del ministerio.

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En el evento también estuvieron presentes la directora de Patrimonio, Marcela Cristina Cuéllar, y la señora Susana Sampedro de Baquero y Hernando Baquero Sampedro, esposa e hijo del exmagistrado Hernando Baquero Borda.