Cada cosa que dice el presidente Gustavo Petro, por ser la primera figura política del país, es sometida a un intenso escrutinio. Es normal porque de sus expresiones, por el cargo que ocupa, puede desprenderse el espíritu de políticas públicas que afectarán a todo el país. Pero también son analizadas las afirmaciones personales que hace porque para muchos (por lo menos para sus más fieles seguidores) incluso dictan pautas de conducta.

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Y más cuando se refiere a su hijo Nicolás Petro, envuelto en un grave escándalo por haber recibido presumiblemente dineros de un exnarco para la campaña del hoy presidente. La situación es tan delicada que puede no solo impactar la gobernabilidad de Petro, sino afectar peligrosamente el proyecto de expansión política del Pacto Histórico en las elecciones regionales de octubre próximo.

No ha sido suficiente que el presiente Petro le hubiera solicitado a la Fiscalía que investigara a su hijo y a su hermano Juan Fernando Petro y se hubiera declarado de antemano respetuoso de las decisiones que pueda tomar la justicia. Para marcar una cierta distancia con las actividades que le señalan a su hijo, el mandatario dijo en la revista Cambio que estuvo ausente durante la niñez de Nicolás y que, por eso, no aportó en su crianza ni en su formación en valores.

Nicolás es hijo del presidente Petro y de Katia Burgos, concebido cuando el hoy jefe de Estado vivía en la clandestinidad por militar en la guerrilla del M-19. “Él se crio en Córdoba. Estudió allá. Hizo su universidad. Realmente nunca tuvimos la oportunidad de convivir. No lo crie, esa es la realidad”, dijo el presidente sobre su relación con Nicolás.

Sin embargo, a muchos les sonó como la intención de escurrirse de la situación y negar prácticamente a su hijo. Los comentarios se vienen dando desde perspectivas centradas en evidencias y análisis hasta de humoristas que no le creen al mandatario.

A Gustavo Petro lo confrontan periodistas

Por ejemplo, Juan Eduardo Espinosa, de Caracol Radio, difundió en esa emisora una serie de audios en los que queda claro que Petro y su hijo hicieron política juntos, desde cuando el primero fue alcalde de Bogotá hasta cuando el segundo aspiró a la gobernación del Atlántico. Si bien se puede entender el argumento del mandatario en el sentido de que no lo crio cuando fue niño, sí es claro que lo formó como político.

La periodista Diana Giraldo, de la misma emisora, sugirió que, con su afirmación, el presidente Petro también le traslada la responsabilidad de lo que hoy hace Nicolás a su mamá. “¿Si quedó mal criado el hijo la culpa es de la mama?, quien sí estuvo al frente en un momento en el que Gustavo Petro estaba en la clandestinidad”, dijo.

Sobre el tema también opinó Gustavo Gómez: “No sé si lo mejor hubiera sido de una manera muy transparente, casi como lo insinuó aquí el presidente del Senado, Roy Barreras: ‘Yo a mi hijo lo adoro, lo quiero con el alma, y tendrá que responder ante la ley’. Pero la salida de ‘yo no lo crie, yo leía libros, pero él no debería leer libros, yo lo conocí en la cárcel…’. A veces es como doloroso el asunto”.

Al respecto, otro de los integrantes de la mesa, Juan Fraile, hizo un planteamiento central. “Aquí nadie está dudado de los principios y valores de Nicolás Petro en cuanto a su crianza, porque es que a uno desde pequeño le enseñan a no decir mentiras, a respetar a los mayores… Aquí estamos hablando es de la manera de hacer política de Nicolás Petro”.

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¿Quién le enseñó a hacer política a Nicolás Petro?”, se preguntó Fraile, y respondió: “Su papá. En la Alcaldía Mayor de Bogotá, Nicolás Petro era el que manejaba la estrategia digital, está en el balcón con él en la revocatoria [del mandato de Petro como alcalde por parte de la Procuraduría], recorrió el Atlántico con él cuando se lanzó a la gobernación. Entonces, el tema aquí no es quién lo crio, sino quién le enseño a moverse en el escenario político y eso sí le queda muy difícil negarlo”.

Finalmente, Giraldo sacó otra conclusión: “Si sale el presidente a distanciarse de esa manera de su hijo, [al punto] de decir que ni siquiera tuvo que ver en su crianza, es porque el presiente sabe que lo que viene es fuerte. Que hay pruebas suficientes para decir aquí va a haber un señalamiento yo mejor me distancio casi que negando a mi propio hijo”.

El presidente Petro se metió en la conversación, como es su costumbre a través de Twitter, e insistió en llevar la atención hacia la infancia de Nicolás Petro, cuando de lo que se trata es de entender que, si bien no pudo estar con su hijo cuando fue niño, los dos sí anduvieron juntos en momentos muy importantes más tarde, y eso lo reconoció el mismo Nicolás Petro. “Siempre al lado de él”, dijo.