El caso de Juliana Guerrero, la mujer que aspiraba a ser viceministra de Juventud, ha tenido consecuencias más allá del escándalo por la anulación de su título universitario.
Guerrero desistió del cargo luego de que se descubriera que no presentó las pruebas Saber Pro y que su grado en la Fundación Universitaria San José fue declarado inválido tras comprobarse que no realizó actividades académicas ni evaluaciones.
Aunque ella sostiene que sí estudió y que posee las notas que lo prueban, la institución mantiene su decisión y el Ministerio de Educación anunció una investigación.
El periodista de W Radio Julio Sánchez Cristo reveló que este caso está afectando la gestión de Colombia para lograr acuerdos de convalidación de títulos profesionales con varios países europeos.
Según diplomáticos, citados por el comunicador, las negociaciones que buscaban facilitar la validación de títulos de colombianos en el exterior fueron suspendidas debido al impacto negativo del escándalo.
Por su parte, la congresista Jennifer Pedraza, quien denunció las irregularidades, enfrenta una denuncia por calumnia interpuesta por Guerrero.
Ambas deberán comparecer ante la Corte Suprema el próximo 14 de noviembre. Guerrero aseguró que no tiene interés en cargos públicos y que solo busca aclarar su situación académica y defender su nombre.
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