El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
La Fiscalía General de la Nación de Colombia avanzó en la lucha contra la delincuencia en Bogotá al judicializar a cinco presuntos miembros de la banda delincuencial conocida como ‘El Combo de Señales’. Este grupo es señalado por llevar a cabo hurtos violentos en las localidades de San Cristóbal y Rafael Uribe Uribe, principalmente en barrios como 20 de Julio, San Isidro, Country Sur, Guacamayas y Malvinas. Uno de los detenidos aceptó cargos por concierto para delinquir, hurto agravado y calificado, tráfico de estupefacientes y destinación ilícita de inmuebles, según información oficial de la investigación.
El modus operandi de esta banda incluía la intimidación de las víctimas mediante el uso de armas de fuego y elementos cortopunzantes. Entre los casos más representativos está el ocurrido el 13 de agosto, cuando dos de sus integrantes ingresaron a un casino: uno fingió ser cliente, mientras el otro sustrajo el dinero de la caja registradora. La captura de los sospechosos, acompañada por allanamientos en los que se decomisaron drogas ilícitas como bazuco, marihuana, cocaína y 2CB, reforzó la presunción de vínculo entre la banda y el microtráfico en la zona. Actualmente, los capturados permanecen bajo medidas de aseguramiento en centros penitenciarios, tal como informaron fuentes oficiales.
A pesar de la gravedad de estos hechos, las cifras recientes muestran un panorama distinto respecto al hurto en Bogotá. Datos de la Secretaría de Seguridad indican que, entre enero y agosto de 2025, las denuncias por hurtos a comercios disminuyeron un 25 % en comparación con el mismo periodo de 2024. Asimismo, el hurto a residencias se redujo en un 7 %, cifras que representan el nivel más bajo desde 2018. Las autoridades atribuyen estos logros a la implementación de patrullajes mixtos, zonas seguras y acciones de inteligencia focalizada, estrategias que han recibido seguimiento del Observatorio de Seguridad Ciudadana de Bogotá.
La tendencia a la baja es aún más marcada en el hurto a entidades financieras, con solo cuatro casos reportados hasta agosto de 2025, frente a los 37 reportados en 2018. Según los informes, los operativos y controles reforzados en puntos críticos han sido fundamentales para este descenso. También se registró una caída en el hurto de automotores, que pasó de 2.945 denuncias en 2024 a 2.031 en 2025, situación en la que han incidido los exhaustivos controles vehiculares y la verificación documental en las vías.




El Observatorio de Seguridad Ciudadana de Bogotá subraya que el éxito en la reducción de delitos responde tanto a la inteligencia policial como a la coordinación interinstitucional, especialmente en áreas de alta densidad urbana y vulnerabilidad social. El uso de tecnología de vigilancia, patrullajes específicos y las campañas de concientización en comunidades ha fortalecido la percepción de seguridad, aunque sigue siendo necesario abordar las raíces sociales de la criminalidad, entre ellas la pobreza y el consumo de sustancias.
Especialistas en criminología urbana advierten que la participación de bandas en actividades de microtráfico complica la respuesta institucional contra el hurto violento y genera mayores afectaciones en la cohesión social de los barrios. La Policía Metropolitana de Bogotá enfatiza la urgencia de fomentar programas de prevención y educación dirigidos a jóvenes, a fin de cortar los ciclos de violencia y criminalidad estructurada en sectores vulnerables.
El reciente proceso judicial contra ‘El Combo de Señales’ evidencia además la importancia del periodismo de investigación y la consulta permanente de fuentes oficiales confiables. La aplicación rigurosa de estos procedimientos informativos, como señalan la Fundación Gabo y el Instituto Donald W. Reynolds, resulta indispensable para comprender la dinámica local del delito y evitar la propagación de información imprecisa o no verificada.
En resumen, el desmantelamiento de redes criminales como ‘El Combo de Señales’ representa un paso significativo en la construcción de una ciudad más segura. Sin embargo, persiste el desafío de diseñar respuestas integrales que incluyan justicia efectiva, prevención social y recuperación de espacios urbanos para consolidar una Bogotá resiliente frente a la delincuencia.
¿Cómo afecta el microtráfico a los procesos de seguridad en los barrios?
El vínculo del microtráfico con bandas delincuenciales representa un desafío adicional para las autoridades encargadas de proteger a las comunidades. Este fenómeno no solo implica la circulación de drogas ilícitas en la zona, sino que también influye en el incremento de la violencia y la fragmentación del tejido social. Así, combatir el microtráfico requiere respuestas coordinadas entre justicia, policía y programas de intervención comunitaria.
Comprender el impacto del microtráfico es esencial para diseñar estrategias de seguridad que respondan a problemas específicos de cada barrio. De acuerdo con expertos y observatorios de seguridad, enfrentar la criminalidad asociada a la venta de drogas implica tanto labores judiciales como el fortalecimiento de políticas sociales que atiendan las causas subyacentes de la delincuencia, como la exclusión y la falta de oportunidades.
¿Qué es el concierto para delinquir y por qué se le imputa a bandas como ‘El Combo de Señales’?
El delito de concierto para delinquir se refiere, según la legislación colombiana, a la asociación de varias personas para cometer delitos, sin necesidad de que todos participen en cada acto criminal específico. En el caso de ‘El Combo de Señales’, a un capturado se le aceptó este cargo porque se presume que existía una estructura organizada destinada a realizar actividades ilícitas como el hurto o el tráfico de drogas.
Imputar este delito permite a las autoridades judiciales abordar la criminalidad grupal y desmantelar organizaciones delictivas desde su base operativa y jerárquica. Es una herramienta jurídica eficaz porque sanciona la mera pertenencia a la red, facilitando la desarticulación de bandas y desincentivando la conformación de nuevas estructuras criminales en la ciudad.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO