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El reciente fallo condenatorio contra Brenda Gissele Celeita Angarita en Bogotá, responsable de provocar la muerte de una mujer tras practicarle una liposucción irregular el pasado 15 de septiembre de 2023, expone una preocupante vulnerabilidad sanitaria en la capital colombiana. Celeita Angarita, peluquera de la localidad de Antonio Nariño, no contaba con formación médica ni autorización para realizar procedimientos invasivos. Este caso específico, calificado como homicidio culposo y aún pendiente de sentencia definitiva hasta octubre de 2025, refleja el creciente peligro que supone la proliferación de servicios estéticos informales en espacios no habilitados.
La víctima acudió a un salón de belleza ubicado en una zona con altos índices de informalidad, donde recibió una intervención estética sin los requisitos legales ni medidas de seguridad exigidas para actividades de este tipo. Tras la liposucción clandestina, sufrió una convulsión y finalmente falleció por un paro respiratorio, de acuerdo con los hechos registrados en el proceso judicial. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la informalidad en el sector de la estética no solo es frecuente en Colombia sino en toda Latinoamérica, estando directamente asociada a graves complicaciones médicas. La OPS advierte que la falta de controles estatales eficaces facilita la existencia de estas prácticas, exponiendo a los pacientes a consecuencias fatales.
En respuesta, el marco legal colombiano ha incrementado las penas para quienes realicen procedimientos estéticos sin licencia. Sin embargo, datos del Observatorio de Seguridad de Bogotá indican que persisten lagunas en la fiscalización, sobre todo en sectores como Antonio Nariño, donde ha incrementado el número de delitos vinculados a servicios de estética ilegales y sus secuelas trágicas. Esta situación demanda no solo normas más estrictas, sino una supervisión efectiva y coordinada.
El fenómeno no es aislado. De hecho, una investigación publicada por El Espectador en 2024 reportó que cerca del 30% de las intervenciones estéticas practicadas en Bogotá se efectúan en establecimientos no autorizados. Esto implica un riesgo elevado, ya que tales lugares usualmente carecen de condiciones sanitarias, personal calificado y equipos médicos de emergencia suficientes.




Frente a esta problemática, autoridades de salud pública consideran determinante impulsar campañas informativas y promover denuncias ciudadanas a través de vías como la línea 123. De igual forma, expertos y la Secretaría de Salud de Bogotá sugieren fortalecer la articulación entre organismos reguladores, fuerzas policiales y operadores de salud, poniendo en marcha inspecciones recurrentes que logren desalentar y sancionar estas prácticas irregulares.
El caso de Brenda Gissele Celeita Angarita subraya no solo una tragedia humana, sino una falla estructural en la protección del derecho a la salud y la vida ante la demanda creciente de procedimientos estéticos. Los medios de comunicación y el periodismo investigativo desempeñan un papel clave al visibilizar estos riesgos, educar a la ciudadanía y exigir una actuación decidida de las autoridades, aportando así a la seguridad sanitaria y urbana, como lo plantea la LatAm Journalism Review en su análisis de 2024.
¿Qué requisitos legales se exigen para la apertura de centros estéticos en Bogotá?
La importancia de conocer los requerimientos legales para habilitar centros que ofrecen servicios de estética radica en proteger la salud de los usuarios y asegurar que los procedimientos sean realizados por profesionales calificados y en entornos apropiados. En Bogotá, la preocupación por el aumento de salones y clínicas informales ha generado debates sobre la necesidad de controles rigurosos y el cumplimiento de la normativa sanitaria para todos los establecimientos del sector.
En ese sentido, las autoridades de salud han fortalecido las inspecciones y solicitado que todos los centros posean permisos y acreditaciones específicas, incluidas licencias de funcionamiento avaladas por la Secretaría de Salud de Bogotá. Exigen, asimismo, la presencia de personal médico con formación en procedimientos invasivos, adecuadas condiciones de higiene y protocolos de emergencia, elementos fundamentales para prevenir casos trágicos como el que ha sacudido recientemente a la capital.
¿Cuál es la función del Observatorio de Seguridad de Bogotá en la regulación de servicios de salud?
El Observatorio de Seguridad de Bogotá desempeña un papel relevante en la recolección y análisis de datos sobre delitos, entre ellos los asociados a la prestación ilegal de servicios médicos y de bienestar. Monitorea la evolución de estos fenómenos para orientar acciones preventivas y correctivas, así como informar a las autoridades y la sociedad sobre los riesgos existentes en contextos sanitarios irregulares.
Al divulgar cifras y estudios sobre casos de prácticas estéticas clandestinas, el Observatorio contribuye a visibilizar el alcance del problema y fundamenta la toma de decisiones en el sector salud y seguridad. Esta información es valiosa para la elaboración y ajuste de políticas públicas dirigidas a frenar la informalidad y reducir los riesgos para los ciudadanos de Bogotá.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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