El canciller Álvaro Leyva rompió su silencio. ¿Qué fue lo que pasó para que Colombia se ausentara de la sesión de la OEA en la que se condenaron las violaciones de derechos humanos en Nicaragua? Esa era una pregunta que seguía en el aire, sin una respuesta clara, y que generó dudas y cuestionamientos dirigidos al Ministerio de Relaciones Exteriores.

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Durante varias semanas no hubo mayores explicaciones que resolvieran dicha inquietud. Hasta este viernes, en entrevista con W Radio, el canciller ahondó en las razones que impidieron su participación en esa sesión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la que particularmente se trataron las agresiones de Ortega contra la iglesia católica, la prensa y organizaciones no gubernamentales.

Qué dijo Álvaro Leyva de Daniel Ortega

Leyva fue tajante: “De ninguna manera estamos con el señor [Daniel] Ortega”. Con la frase, desestimó las especulaciones que rondaban sobre una posible aceptación del Gobierno Petro a las actuaciones del régimen centroamericano. El alto funcionario aseguro que ese 13 de agosto, día de la sesión de la OEA, él estaba viajando a Cuba para retomar los diálogos de paz con el Ejercito de Liberación Nacional (Eln).

“Eso fue una sesión extraordinaria el 13 de agosto cuando nosotros estábamos viajando a Cuba. No había claridad respecto a nuestra participación. Todo estaba en pañales”, agregó. En pocas palabras, según el canciller, el nuevo gobierno del presidente Gustavo Petro apenas se estaba acomodando en sus funciones, en especial en la cartera de Leyva.

En ese sentido, aseguró que la ausencia no tuvo nada que ver con el litigio internacional en La Haya por el espacio marítimo en disputa entre Colombia y Nicaragua. Negó que Colombia estuviera intentando negociar con el régimen de Ortega por ese caso, y enfatizó en que, además de lo ya dicho, la ausencia tuvo que ver con razones humanitarias.

“Una cosa es una acción humanitaria y otra es una confusión derivada de que tenemos una situación jurídica pendiente en la corte internacional”, manifestó. Leyva esclareció que el tema humanitario se trata de que Colombia, en su compromiso por la defensa de los derechos humanos y la paz, estaba junto con otros países intentando mediar para que Nicaragua dejara en libertad a políticos opositores y representantes de la iglesia católica, en específico la privación de la libertad del obispo Rolando Álvarez.

Así contó Leyva la ausencia de Colombia en la sesión de la OEA: “La votación fue una coyuntura. Fueron 27 votos a favor, de los 34 miembros activos. Uno en contra y cuatro abstenciones. Se dijo que Nicaragua y Colombia fueron los ausentes. Por sustracción de materia se presentó esa coyuntura. Interpretamos que era el momento de llamarle la atención al señor Ortega sobre algo de lo que estamos convencidos, que es que las cosas de orden público no se pueden tratar a las patadas, metiendo a amigos a la cárcel, acabando con las organizaciones de derechos humanos”.

Sobre la acción humanitaria, Leyva destacó que, en efecto, no se ha podido llevar a cabo la liberación de los presos políticos que han criticado el régimen de Ortega, que tiene menos chances de lograrse “con estos cuestionamientos que terminan en que el Congreso nos cita”, refiriéndose a los dos debates de moción de censura contra él que está adelantando el Centro Democrático.

Leyva afirmó que Colombia firmará una moción que surge en Ginebra para censurar a Nicaragua. “Mi conciencia está tranquila. Llega un momento en el que no se puede más. Estamos en vísperas de una moción que surge en Ginebra censurando a Nicaragua. Son 53 países que van a manifestarse, Colombia está incluida. La resolución en Ginebra condena la violación de derechos humanos en Nicaragua. La voluntad se agota. Eso no significa que aún firmando esa declaración, los países dejemos de lado nuestra preocupación por quienes están detenidos”, indicó.

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Finalmente, solicitó que no confundan una intención de intervenir en favor de la vida de la gente en Nicaragua con falta de rechazo a las violaciones contra los derechos humanos, pues no son lo mismo. “Esto no es de carácter ideológico, sino humanitario. Más temprano que tarde se debe resolver este tema. Colombia ha venido jugando a favor de la vida y la libertad de una gente que no tiene por qué ser atropellada por el señor Ortega en Nicaragua, pero naturalmente acompaño la condena por los hechos que ocurren allá”.

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