
Dos adolescentes de 15 y 16 años, vinculados a bandas callejeras en Londres, fueron condenados este viernes a una pena mínima de 15 años y 10 meses de prisión por asesinar a machetazos a un niño de 14 años, el pasado mes de enero en la capital inglesa.
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Este brutal ataque a plena luz del día, junto con el testimonio de la madre de la víctima sobre los vínculos de su hijo con bandas callejeras, reavivó el debate sobre la violencia con armas blancas en el Reino Unido y la influencia de las pandillas en algunos jóvenes.
Kelyan Bokassa, de 14 años, fue atacado el 7 de enero en el barrio de Woolwich, en el sur de Londres, y murió mientras llegaban los servicios de emergencia, que intentaron trasladarlo a un centro asistencial.




Los dos acusados, uno de 15 años y otro de 16, se declararon culpables. Este viernes un juez del tribunal penal de Londres los condenó a cadena perpetua con una pena mínima de 15 años y 10 meses de prisión.
“Está claro que su intención era matar”, declaró el juez Mark Lucraft durante la audiencia.
Lucraft resaltó que ambos adolescentes estaban “expuestos a la cultura de las pandillas” y ya habían sido condenados anteriormente por porte de armas blancas en espacios públicos.
Uno de ellos había sido reconocido por las autoridades, en un informe anterior, como “víctima de esclavitud moderna y explotación criminal”, añadió el juez. El segundo “creció y fue explotado por bandas desde los 12 años”, describió.
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