Estados Unidos decidió suspender el monitoreo de narcocultivos en Colombia en 2020 antes de la elección del presidente izquierdista Gustavo Petro, informó este jueves Mark Wells, subsecretario adjunto de la Oficina para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado.
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La congresista republicana María Elvira Salazar, dura crítica de Petro, preguntó en la Cámara de Representantes a Wells, durante la sesión titulada ‘El descenso de Colombia al socialismo: evaluación de la presidencia de Gustavo Petro’, por qué Washington suspendió este año la recogida de datos sobre las hectáreas sembradas, cuando el 97 % de la cocaína que entra en el país procede de Colombia.
“Esa decisión de no tener una estimación de coca y de cocaína este año se tomó hace un par de años, antes de la elección de Gustavo Petro”, afirmó Wells, y aseguró que fue en 2020. El funcionario afirmó que Estados Unidos tiene acceso a otros tipos de medición como el que hace la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en ingles).
El periódico El Tiempo publicó el pasado 11 de julio que Washington había suspendido el monitoreo satelital de los cultivos en Colombia utilizado durante décadas, una noticia de la que se hizo eco el presidente Petro, asegurando que “las cosas cambian”.
Al conocerse esa suspensión, la congresista republicana Salazar criticó en Twitter el “favorcito” a Petro de parte del presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, aunque si efectivamente EE. UU. decidió en 2020 detener la recolección de datos sobre los cultivos de coca, lo hizo entonces bajo la Administración de Donald Trump (2017-2021).
Wells, además, precisó, Estados Unidos respalda “a nivel táctico y operativo” a Bogotá prestando asistencia al Ejército y a la Policía colombianos que llevan a cabo “su propio conteo a nivel táctico” y “buscan coca todo el tiempo”. Pero Washington está “preocupado por los niveles crecientes en la producción de coca y cocaína” en Colombia, afirmó Wells en la cámara baja, de mayoría republicana.
Según el último informe de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas (ONDCP) estadounidense, Colombia tenía en 2021 unas 234.000 hectáreas de hoja de coca cultivadas, en contraste con las 245.000 de 2020. Petro es un férreo crítico de la “fracasada” guerra antidrogas y propone concentrarse en el consumo más que en la producción, así como en detener la persecución de los pequeños cultivadores.
En cuanto al Eln, la guerrilla con la que Petro mantiene negociaciones a pesar de las críticas que despierta en su propio país, Washington es escéptico. Estados Unidos “monitorea” el proceso y permanece en “comunicación constante con el Gobierno colombiano sobre ello”, pero mantiene “un sano escepticismo al respecto porque el Eln es una organización terrorista que ha iniciado procesos de paz en el pasado y no los han cumplido”, afirmó Wells.
El funcionario negó que vayan a sacar de la lista estadounidense de organizaciones terroristas extranjeras al Eln, una guerrilla surgida en 1964 y que ha mantenido diálogos de paz frustrados con cinco gobiernos. En la sesión, los demócratas insistieron en que el país es un gran aliado. “Creemos que la democracia colombiana sigue siendo fuerte hoy en día” y “apoyamos a las instituciones colombianas”, aseguró Wells.
El demócrata Joaquín Castro le preguntó si apreciaba una diferencia en las relaciones bilaterales desde la llegada de Petro al poder. “No, en el contexto regional todavía tenemos una gran cooperación con los colombianos”, las extradiciones han continuado y se han mantenido las maniobras militares y las operaciones policiales conjuntas para confiscar droga, contestó.
Estados Unidos se ha esmerado en mantener una relación fuerte con Colombia, uno de los pocos países latinoamericanos en no haber integrado el colosal plan chino de inversión internacional conocido como las ‘Nuevas rutas de la seda’.
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