La cancelación del Jamming Festival a última hora, cuando muchos asistentes ya estaban rumbo a Ibagué para disfrutar del megaconcierto, hizo que varios recordaran el fracasado festival Fyre, de Estados Unidos, en donde muchas personas perdieron miles de dólares.
El evento fue muy sonado en el territorio norteamericano porque lo promocionaron celebridades como Bella Hadid, Kendall Jenner y Hailey Bieber y los estafados fueron personas adineradas.
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La historia del Fyre Festival se convirtió en un documental de Netflix, disponible en Colombia, por lo que ahora lo están relacionando con el caso del Jamming del 2022.
Jamming Festival 2022 y similitudes con el Fyre Festival, que resultó una estafa
Tanto el Jamming como el Fyre prometían una experiencia única bajo el sol, con música y actividades. El primero lo iba a hacer en Playa Háwai, un hotel de Ibagué que tiene atracciones acuáticas, y el segundo en Bahamas.
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Pero ninguno cumplió. El festival colombiano suspendió el evento un día antes de hacerse, mientras que los asistentes del Fyre se encontraron con colchones en pisos, carpas sin armar y comida en cajas, pese a que habían pagado hasta 12.000 dólares (45 millones de pesos), por un servicio de lujo.
Estas son imágenes de lo que se encontraron los asistentes al Fyre Festival en 2017:
So Fyre Fest is a complete disaster. Mass chaos. No organization. No one knows where to go. There are no villas, just a disaster tent city. pic.twitter.com/1lSWtnk7cA
— William N. Finley IV(It’s real. I made it up) (@WNFIV) April 27, 2017
El fracaso de los eventos dejó a cientos de personas afectadas. En primer lugar están los que compraron las boletas para los festivales, y en segundo, a los comerciantes que perdieron sus inversiones.
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En el caso del Jamming, a varios artesanos les robaron su mercancía, y comerciantes de comida ahora están en riesgo de quiebra, porque invirtieron todos sus ahorros para poder participar en ese evento.
Asimismo pasó en el Fyre Festival, donde cientos de trabajadores de Bahamas estaban ilusionados por la cantidad de personas que iban a llegar y aceptaron trabajar en la organización del evento. No obstante, recuerda la BBC, se quedaron sin pago y sin turistas para explotar sus negocios.
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La propietaria de un restaurante local contó en el documental de Netflix que invirtió 50.000 dólares para atender a los asistentes del evento, que no duraron ni un día en el fracasado festival.
El organizador del Jamming no ha dado la cara, como tampoco lo hizo el del Fyre Festival, hasta que tuvo que ir a los tribunales de Estados Unidos a responder por fraude, cargo por el que fue condenado.
Ahora, en Colombia, se esperan soluciones para los afectados por la cancelación del Jamming Festival.
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