En la mañana de este viernes, luego de conocerse la cancelación del Jamming, varias personas que iban para Ibagué a disfrutar del festival se congregaron afuera del bar Casa Babylon, lugar administrado por los organizadores del evento, para protestar.

Entre decenas de personas, había varias de diferentes países de Latinoamérica que había llegado a Bogotá en las últimas horas para recoger sus boletas, pero se llevaron la triste noticia de que habían perdido su plata de los viáticos y ahora están a la deriva si les devuelven o no el dinero que pagaron por las boletas.

Un hombre ecuatoriano habló con Blu Radio y mostró su indignación por la alta suma de dinero que le hicieron perder al cancelar el Jamming.

“Vengo desde Ecuador, de Guayaquil, no saben la clase de cosas que tuve que hacer para venir acá. Tuve que lamerle las patas a mi jefa (novia) 6 meses para poder venir acá”, expresó con mucha molestia.

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El ecuatoriano aseguró que se gastó 2.000 dólares (más de 7 millones y medio de pesos colombianos) para llegar a Colombia e ir al festival de música. “2.000 dólares son como 6 meses de trabajo en mi país, estoy endeudado”, aseveró en la misma emisora.

“Exijo que me devuelvan mis entradas para largarme de Colombia y nunca más volver, porque gracias al festival Jamming me dejaron una pésima impresión de Colombia. Exijo mis entradas, no hay solo gente de mi país, hay de Argentina, España, Chile, Bolivia”, finalizó.

Tres jóvenes de Bolivia también dialogaron con Blu Radio y calificaron esta situación como una falta de respeto. Además, arremetieron contra el bar Casa Babylon por no dar la cara y no responder.

Ecuatoriano dice que no volverá a Colombia por cancelación del Jamming