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Escrito por:  Yenny Bejarano
Redactora     Ago 26, 2025 - 11:46 am

La detención domiciliaria de Santiago Mesa, conocido en el ámbito musical como Smayv, ha despertado asombro. El cantante urbano, expareja de Karina García y padre de Valentino, enfrenta un proceso judicial por porte ilegal de armas, aunque él sostiene que todo fue producto de una coincidencia durante una reunión familiar y niega cualquier vínculo con bandas criminales.

(Vea también: Expareja de Karina García fue detenido en Medellín y se menciona presunta tenencia ilegal de armas)

El hecho ocurrió el domingo 22 de junio en el barrio Boyacá, sector Las Brisas, en el noroccidente de la ciudad. Según relató Mesa, se trataba de un encuentro familiar que se hizo una o dos veces al año. Durante la reunión salió a la esquina del barrio con un grupo de seis o siete amigos y, de manera inesperada, terminó envuelto en la situación que lo llevó a ser detenido.

En entrevista con el periodista Edison Lozano, para la sección ‘Venga le cuento’ del programa ‘Buen día, Colombia’, el artista explicó que la intervención policial se dio cuando uno de sus amigos, quien portaba un arma, entró en pánico al ver acercarse a los agentes.

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En ese momento, le entregó la pistola a Mesa para que la sostuviera. “El amiguito se llena de pánico y me dice: ‘Ey, ténme ahí’. Y yo: ‘Uy, ¿cómo así?’. Pero cuando yo reaccioné, ya la Policía estaba encima de nosotros”, relató el cantante, asegurando que todo fue circunstancial.

El artista desmintió los rumores sobre un supuesto tiroteo o disparos al aire, aclarando que la requisa de los agentes fue una acción de rutina tras el reporte de un robo en la zona. “Eso en lo absoluto fue así. Fue una requisa de rutina, nada más”, insistió Smayv.

Más allá del impacto mediático, el episodio también afectó su entorno familiar. Su hijo Valentino fue testigo del arresto, lo que Mesa describió como uno de los momentos más dolorosos de su vida.

“A Valentino le tocó ver mi captura. Me gritaba: ‘Papá, no se lleven a mi papá’. Esa imagen de mi niño llorando es lo más desgarrador que me queda de todo esto”, compartió conmovido.

El proceso judicial avanzó con una primera audiencia en la que la Fiscalía solicitó prisión preventiva, argumentando presuntos vínculos de Mesa con organizaciones criminales. “La fiscal me hizo llorar como un niño, porque dijo que si yo tenía esa arma era porque pertenecía a bandas delincuenciales o la había conseguido en un mercado ilegal. Me hicieron sentir como lo peor”, relató el cantante.

Sin embargo, la jueza del caso no accedió a dictar una orden de reclusión intramural en ese momento. El caso quedó abierto y, en una segunda audiencia, se determinó que el artista debía cumplir con una medida de detención domiciliaria, en lugar de ser enviado a prisión.

Durante el tiempo que permaneció retenido en una estación de policía, Mesa describió duras condiciones de hacinamiento. Según contó, compartió un espacio destinado para 20 personas con al menos 45 detenidos. “El calor y el bochorno eran insoportables. Me bañaba hasta diez veces al día. Ir al baño era una experiencia traumática. Incluso pasé tres días sin poder hacerlo cuando recién llegué”, confesó.

Mesa fue enfático en rechazar los señalamientos sobre su presunta pertenencia a grupos delincuenciales.

“Yo no soy ningún bandido. Soy un hombre dedicado al arte, a la música. No pertenezco a bandas ni a organizaciones criminales. Lo que pasó fue ajeno a cualquier actividad ilegal”, afirmó, pidiendo a la opinión pública no dejarse llevar por especulaciones en redes sociales.

Como mensaje final, el cantante reconoció que el incidente le dejó una dura lección sobre las consecuencias del porte ilegal de armas, y advirtió a otros sobre la importancia de no exponerse a situaciones similares. “Esto no se lo deseo a nadie, pero me queda la enseñanza de que una sola decisión equivocada puede cambiarlo todo”, concluyó.

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