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Redactor     Ago 2, 2023 - 10:11 am

Daniela, junto a su hermana Paula, ideó un modelo de negocio nunca antes visto con un producto que muchos han probado, pero que pocos tendrían en cuenta al momento de emprender: las crispetas.

Ellas crearon Maíz Kernel, un emprendimiento que vende diferentes tipos de crispetas con empaques innovadores y sabores que pocos se esperaban fueran tan buena combinación.

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Esta es la historia de Maíz Kernel:

Como todo emprendimiento, el camino no fue fácil. Daniela contó a Pulzo que uno de los momentos más duros arrancando fue cuando tuvo que enfocarse en su empresa y dejar los estudios.

“Le dije a mi mamá: ‘qué pena, a mí me está emocionando más vender crispetas en el Gran San que escribir los ensayos para postularme al doctorado. Yo quiero vender crispetas'”, detalló en entrevista para el especial Empresarios Hechos a Pulzo.

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Ella señaló que sus padres siempre han sido comerciantes, así que la apoyaron en su sueño de emprender.

“Mi familia es comerciante del Gran San. No tenemos nada, no somos dueños de nada en el Gran San, pero mi madre es comerciante hace más de 20 años. Yo le dije: ‘mamá, yo necesito que tú confíes en mí… solo ayúdame y confía en nosotras”, apuntó en Pulzo.

A modo de consejo, recomendó a los emprendedores seguir su sueño y comprometerse en hacer las cosas bien hasta el final.

“Yo creo que ahí es donde uno se tiene que concentrar y hay algo que pasa en el corazón… un día me levanté y dije: ‘me siento más feliz vendiendo crispetas que preparándome para irme a estudiar a Harvard”, reflexionó en Pulzo.

Empresa tiene cifras de ventas muy buenas en Colombia

Paula, hermana de Daniela y cofundadora de la compañía, detalló algunas de las cifras que las hacen estar muy orgullosas en la actualidad.

“Yo creo que [iniciando] vendíamos 30 paquetes en el día. Si nos pedían 8 crispetas de ferrero, 8 de caramelo, las hacíamos en el mismo momento, vendíamos más o menos 30. Ahorita en el día estamos haciendo más o menos 1.000 unidades”, agregó en diálogo con Pulzo.

Finalmente, reveló qué ha sido lo mejor de adelantar este emprendimiento tan exitoso de la mano de su hermana y con el apoyo de su familia.

“Nuestra meta era que al menos el 1 % de los colombianos pudieran reconocer las crispetas como el postre perfecto… y tener clientes fidelizados con la marca. Eso es muy lindo“, concluyó en diálogo con Pulzo.

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