Bolívar, en diálogo con Blu Radio, argumentó por qué no considera que ese impuesto afecte a las clases bajas y hasta les dio órdenes a las personas que disfrutan de una eventual gaseosa.

“La gaseosa, los embutidos, las papas fritas, etcétera no forman parte de la nutrición ideal de un colombiano. Si la gente siente que subir 200 pesos a una gaseosa es muy caro, pues que compre guayabas o compre maracuyás o haga un jugo”, manifestó Bolívar en esa emisora.

De igual forma, señaló que ese gravamen representará un porcentaje muy bajo de recaudo, por lo que no es cierto que se afectará el bolsillo de las personas más pobres.

“Ese artículo de bebidas azucaradas, embutidos o comidas ultraprocesadas está permitiéndole a la oposición decir que estamos gravando a los más pobres, cuando ese recaudo no va más allá de 2 billones de pesos. Con eso no pagamos ni un punto del déficit, máximo 0,2 % de un punto”, agregó Bolívar en esa cadena radial.

(Vea tambiénGremios económicos rajan la reforma tributaria y sugieren varias modificaciones).

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El pasado 9 de agosto, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, había defendido a ultranza el impuesto que esa cartera incluyó en la reforma tributaria ahora debatida en el Congreso.

“El propósito es la salud pública e incentivar a que se cambien por bebidas y comidas que no tengan estos problemas, para reducir el consumo de este tipo de alimentos”, expresó Ocampo.

El jefe de la cartera de Hacienda sostiene que los impuestos de la reforma tributaria tocarán a un porcentaje muy bajo de la sociedad nacional.

“Estamos tratando de capturar los más altos ingresos y niveles de patrimonio de Colombia. Estamos afectando al 2 % de la población con más altos ingresos del país, que le interesa trabajar en paz y armonía con toda la población”, señaló el ministro.