En las últimas horas se conoció que Felipe Rocha, empresario señalado de cometer una gran estafa, había contactado nuevamente a sus víctimas con un inesperado mensaje de correo electrónico.

Ese mensaje puede llegar a ser catalogado como inesperado, ya que en ese tipo de estafas, la persona que toma el dinero usualmente desaparece y no tiene intención de llegar a un acuerdo con los afectados.

El correo es de la firma Riveros Bazzani Abogados, la cual indica que escribe en nombre de Rocha luego de que él los escogió para que lo representen legalmente.

La firma, en el texto citado por El Tiempo, añade que la comunicación tiene dos fines separados en el proceso que sitúa a Rocha en el ojo del huracán mediático.

El primer propósito es el de notificar formalmente que esa firma de abogados será la encargada de defender a Rocha y el segundo es pedir a las víctimas que notifiquen si los pasos a seguir los tomarán ellos o si dejarán a alguien como apoderado, señaló ese periódico.

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Asimismo, se abre la puerta para que los afectados por la pirámide ganadera vean una parte de su plata de regreso. Ese diario agrega que Rocha estaría dispuesto a vender 3 de sus propiedades para devolver un porcentaje de lo que debe.

“Según han explicado los abogados de Rocha en reuniones privadas con algunos de los afectados, van a poner a disposición al menos tres predios para empezar a pagar parte de la deuda“, destacó ese rotativo.

Felipe Rocha y los grandes lujos que presumía… con plata ajena

Felipe Humar, abogado de las víctimas de Rocha (unas 80 personas), detalló que serían unos 70.000 millones de pesos los que no aparecen por ningún lado. Asimismo, destacó que el empresario vivía una vida llena de lujos a costa de la plata de los demás.

“Tenemos evidencia de la gran vida que se daban Rocha y su familia. Una vida realmente envidiable, casi que de farándula de Hollywood. Eso con plata ajena es muy rico”, reflexionó Humar en Blu Radio.

El jurista añadió que Rocha había comprado dos apartamentos en Miami, viajaba en moto hasta Alaska, se hospedaba en los mejores hoteles del mundo y armaba grandes fiestas en clubes exclusivos, entre otros lujos.

“No hablo criticando eso. Cada quien hace con su dinero lo que quiere. Pero no puede pasar que eso sea a expensas de personas que creen en negocios y a los que les salen con esto”, apuntó el abogado en esa emisora.