Que el transporte público se pague anticipadamente, como lo plantea el presidente Petro, con una cuota en la factura de la luz es analizada por un par de expertos en Pulzo.
Las primeras discusiones de esta iniciativa se están enfocado en Bogotá, pues allá hay uno de los sistemas de transporte público con más problemas financieros y con más usuarios en el país, de ahí que muchas personas estén atentas a lo que puede pasar.
Si bien el presidente Gustavo Petro planteó desde un inicio que la decisión tenga un enfoque de subsidio para los estratos más bajos, siendo los altos los que terminen aportando la mayor parte, hay personas de que pertenecen a los barrios de estratos 1, 2, 3 y hasta 4 que saldrían afectadas.
Un ejemplo lo puso Germán Prieto, experto en movilidad, especialista en Gerencia del Transporte y profesor de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. “Una mujer madre cabeza de hogar que vive cerca de donde trabaja o que está en función de cuidado del hogar terminaría subsidiando a personas de su mismo estrato o de otros estratos más altos que usan Transmilenio“, le dijo a Pulzo.
Este es solo uno de los muchos casos que hay, pues son miles de de personas que no usan el transporte público y sí les tocaría pagarlo mensualmente, siendo este un costo adicional a su calidad de vida actual.
Otro grupo poblacional afectado serían aquellos trabajadores que desde la pandemia están en teletrabajo o trabajo en casa, razón por la que no usan los medios masivos de movilidad. De hecho, la reforma laboral que planteó el Gobierno hace poco obliga a casi todas las empresas del país a tener esta modalidad, al menos por unos días, así que afectaría a un gran sector de la población.
“Incluso, las personas que se movilizan en bicicleta dejarían de usarla para usar el transporte público”, añadió Prieto en su charla con este medio de comunicación.
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De hecho, es común que algunas personas que viven en estratos 1 y 2 tengan que usar otros servicios de transporte además del Transmilenio. Desde bicitaxis hasta buses más pequeños son comunes cerca a los portales para llevar a las personas a sus destinos. A estas personas, por ejemplo, les tocaría pagar la cuota más ese vehículo adicional.
Todo esto tiene una incidencia directa en el pago de la energía eléctrica, pues en lo planteado por el presidente, esta sería una vía para cobrarlo más efectivamente. “A muchas personas les subiría mucho el pago en el recibo de la energía eléctrica, lo cual es preocupante para las personas de pocos ingresos. El monto puede ser alto para ciudades como Bogotá“, explicó Prieto.
¿Cuánto se pagará por usar Transmilenio si lo cobran en la factura de la luz?
José Stalin Rojas, director del Observatorio de logística y movilidad de la Universidad Nacional de Colombia, también le explicó a Pulzo que hay un ítem a tener en cuenta y es el déficit financiero que hay actualmente en Transmilenio. Esta situación se debe tener en cuenta para poder cubrir lo actual y lo futuro.
“Bajo el supuesto de que sea viable, la contribución siempre sería estable, pero los costos operacionales han sido crecientes en los últimos años; así las cosas, la contribución tendría que ser creciente a los costos operacionales. Eso es algo que se tiene que evaluar. Lo que sería un error es que no esté amarrada a los costos operacionales”, aseguró.
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Además, sobre el dinero que tendría que poner en cada vivienda, expresó que si, actualmente, “un hogar gasta cerca del 12 %, la contribución debería ser menor”, bajo el modelo que plantea Petro.
Transmilenio es un sistema de transporte público de los cuatro que se espera tener en Bogotá pronto, si se suman el Sitp, el TransmiCable y el Metro, que se espera esté listo en unos años.
“No más en Transmilenio son dos millones de usuarios. Cada hogar tendría que subsidiar 180.000 pesos al mes, aproximadamente [que es lo que gasta una persona en transporte mensualmente]”, dijo Prieto.
Y luego añadió: “Si decimos que los hogares de estratos más bajos, que son la mayoría, recibirán algún tipo de subsidio, diríamos a los estratos más altos habría que cobrarle muchísimo más. No estamos hablando de montos pequeños. Son cifras importantes y que, quizás, hay hogares que tendrían que dejar de pagar el servicio de la luz porque se le cobra algo de más. Incluso, no sé si eso da para demandas que hagan inviable la propuesta”.
Según un primer análisis compartido por la alcaldesa Claudia López, quien ve como positiva la iniciativa, serían 200.000 pesos por vivienda, un aumento alto para cualquier familia en el país.
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