Escrito por:  Redacción Economía
Sep 4, 2023 - 7:06 am

De acuerdo con el mandatario, el cobro estaría distribuido en toda la sociedad, según el poder adquisitivo de cada hogar. Es decir, para los estratos bajos el servicio de Transmilenio, Metro de Medellín, Mío o Transcaribe sería gratuito, para los medios, “aparentemente” gratis y en los altos, pagado.

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“¿Y si pagamos a través de una pequeña cuota en la factura de la luz el transporte público cada mes y nos diera derecho a subirnos en cualquier bus todos los días y durante el tiempo que sea?”, escribió el mandatario.

De hecho, Gustavo Petro explicó que “los pudientes, a lo mejor, no usarían el transporte público, pero subsidiarían a los menos pudientes”. En tal sentido, los estratos 4, 5 y 6 empezarían a pagar más dinero en sus facturas de lo que lo hacen actualmente para subsidiar el transporte de los demás estratos.

La sorpresa es que tanto el Ministerio de Transporte como el Ministerio de Hacienda desconocían la propuesta del jefe de Estado, reportó el periodista Néstor Morales, en Blu Radio

“Los ministerios de Transporte y Hacienda dicen no tener detalles ni estudios de la propuesta del presidente Gustavo Petro sobre la gratuidad en los sistemas de transporte público”, indicó el director de ‘Mañanas Blu’.

De acuerdo con la información entregada por Morales, nadie en el Gobierno Nacional ha estudiado la propuesta ni conoce mayores detalles sobre la estrategia. Por lo tanto, se desconoce de cuánto sería el subsidio ni cuál sería el impacto en la calidad del servicio. 

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El presidente señaló que su propuesta busca eliminar el déficit en las finanzas del transporte público y evitar la muerte de personas cuando intentan evadir los controles.

En plata blanca, consiste en que el pago del transporte se haga no a través de las tarjetas, como hoy funciona el Metro de Medellín o el Transmilenio de Bogotá, sino por medio de una cuota que esté incluida en el recibo de energía.

Los efectos que tendría la implementación de un modelo como este, según el mandatario, son bastante ambiciosos y mejorarían la fluidez o rapidez con las que se ingresa a las estaciones del sistema de transporte porque ya no habría control con tarjetas en torniquetes.

Lo cierto es que se trata de una idea complicada en términos fiscales con la que se encontraría este Gobierno. Por tal motivo, resulta preocupante que nadie en las carteras de Transporte y Hacienda conociera la idea.

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