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La Fiscalía de la Audiencia Nacional (AN) pidió condenar a 2 años y 6 meses de cárcel al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por el beso no consentido y las presuntas coacciones posteriores a la jugadora de la selección femenina Jennifer Hermoso.
La teniente fiscal de la AN, Marta Durántez, señaló además que se pidió un año y seis meses de prisión a los otros acusados en este caso, como son el director deportivo de la selección española masculina, Albert Luque, el exentrenador de la selección española femenina y actual seleccionador femenino de Marruecos, Jorge Vilda, y Rubén Rivera, exresponsable de marketing de la RFEF, por las posteriores presiones recibidas por Hermoso para que apoyara la versión de Rubiales.
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Rubiales es acusado de un delito de abuso, por el beso en sí, y otro de coacciones, por haber presionado a la deportista para que “justificara y aprobara el beso que contra su voluntad” había recibido, según indicó el Ministerio Fiscal en su escrito.
En enero pasado, la Comisión de Apelación de la Fifa confirmó la suspensión por tres años de actividades relacionadas con el fútbol al expresidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por lo sucedió con la jugadora.
La comisión, tras analizar la documentación presentada, “ha decidido rechazar su apelación y confirma la sanción impuesta al Sr. Rubiales”, afirmó la FIFA en un comunicado.
“Entre otras consideraciones, la Comisión de Apelación confirmó que el Sr. Rubiales se comportó de una manera contraria a los principios contemplados en el artículo 13 del Código Disciplinario de la FIFA durante y después” de la final del Mundial femenino, que ganó España el pasado año.
Ese artículo regula la “conducta ofensiva y violaciones de los principios del juego limpio”.
La FIFA anunció el 31 de octubre que su Comisión Disciplinaria inhabilitó a Rubiales “para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol durante tres años, tanto en el ámbito nacional como internacional, al considerar que su conducta ha infringido el artículo 13 del Código Disciplinario”.
Inmediatamente, el expresidente federativo español anunció que recurriría la decisión del organismo rector del fútbol mundial.
La decisión de la Comisión de Apelación de la FIFA llegó al día siguiente de que la justicia española propusiera su enjuiciamiento por el beso forzado a la internacional española Jenni Hermoso en la entrega de medallas del Mundial de Australia.
El juez de la Audiencia Nacional (principal instancia penal española) propuso en una decisión que puede ser apelada, llevar a juicio a Rubiales al considerar que el beso a la delantera española “no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva”.
El expresidente de la RFEF desató una polémica de envergadura internacional cuando el 20 de agosto de 2023, tras la victoria de España en el Mundial de Australia, besó en la boca a la delantera Jenni Hermoso durante la entrega de medallas del torneo.
Las imágenes de su acción dieron la vuelta al mundo junto a las de sus gestos en el palco del estadio de Sídney agarrándose los genitales, a pocos metros de la reina Letizia y la infanta Sofía.
Aunque en un principio se negó a ello, la presión llegada desde el gobierno español, la justicia y el propio fútbol acabó por llevarle a dimitir de su cargo el pasado 10 de septiembre.
La Guardia Civil registró en días recientes la sede de la Federación Española de Fútbol (RFEF) en una investigación por supuesta corrupción, en un caso relacionado con el traslado de la Supercopa a Arabia Saudita.
Los agentes buscaban contratos irregulares concluidos en los últimos años durante la presidencia de Luis Rubiales, quien dimitió de su cargo el pasado año a raíz del escándalo por el beso forzado a la jugadora Jenni Hermoso.
Rubiales afirmó en un mensaje a una periodista de la cadena Telecinco que “estoy absolutamente sorprendido por todo esto”.
“Llevo meses trabajando aquí, en República Dominicana. Llevo más de un mes seguido. Y de hecho, mi familia se iba a desplazar a pasar conmigo la Semana Santa”, afirmó el mensaje dado a conocer por la periodista Isabel Rábago.
El operativo policial estuvo dirigido por un juzgado de Majadahonda, cerca de Madrid, que investiga los contratos para el traslado de la Supercopa de España a Arabia firmado por Rubiales en 2019.
Estos contratos han supuesto unos 40 millones de euros anuales (43,3 millones de dólares) para la RFEF y en el mismo actuó como intermediario Kosmos, la empresa del exfutbolista Gerard Piqué.
Según las fuentes, la investigación tiene su origen en los contratos relacionados con Arabia, pero va más allá.
La operación, coordinada con la Fiscalía Anticorrupción, se desarrolló en varios lugares de España, además de en la sede de la RFEF, en Las Rozas, a las afueras de la capital, se registró además el domicilio que tiene Rubiales en Granada, en el sur de España.
La investigación por el traslado de la Supercopa de España a Arabia arrancó tras la denuncia presentada en 2022 por el presidente de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol en España (Cenafe), Miguel Galán, contra Rubiales y Piqué.
En esa querella, en la que reproducía informaciones de prensa, Galán afirmaba que Rubiales y Piqué “acordaron un plan para lucrarse con 24 millones de euros (26 millones de dólares) en contubernio y a costa de la RFEF”.
Rubiales siempre defendió la legalidad de los contratos para llevar la Supercopa a Arabia, y rechazó el pago de cualquier tipo de comisión.
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