Después de retirarse de la mayoría de pruebas que tenía programadas, argumentando que tenía “demonios en la cabeza” que le impedían competir apropiadamente, Simone Biles regresó a la competición en los Juegos Olímpicos con una medalla de bronce en la barra de equilibrio, la única final en la que ha participado en Tokio.

Exactamente una semana después de retirarse de la final por equipos, Biles volvió a la sala del gimnasio Ariake para pelear por las medallas de barra, aparato en el que hace cinco años, en los Juegos de Río 2016, también logró el bronce.

La gimnasta china Guan Chenchen, de 16 años, ganó el oro con 14,633 puntos, seguida de su compañera Tang Xijing, con 14,233, y de Biles con 14,000.

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Recibida con mucho cariño por sus rivales y por una grada muy animada por la presencia de varios centenares de deportistas y dirigentes, la estadounidense ejecutó con seguridad y sin desequlibrios un ejercicio de alta dificultad.

Esta fue la rutina con la que consiguió su única medalla de Tokio 2020: