Y es que desde que Simone Biles decidió retirarse de la competición por equipos de Tokio 2020, aduciendo a “demonios en su cabeza”, ha recibido críticas por quienes consideran que si no sabe manejar la presión no debería ser competidora de alto rendimiento.

Por lo mismo, la campeona olímpica Mariana Pajón — que ganó una medalla de plata “que vale oro” en estos Juegos Olímpicos de Japón— salió en defensa de la gimnasta estadounidense asegurando que “todos” pasan por esas situaciones.

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Mariana Pajón defiende a  Simone Biles por retirarse

“Somos humanos. Todos los deportistas sentimos ansiedad. La presión que tienes cuando sabes que no estás bien, que no eres la misma, pero que todo el mundo espera de ti una medalla, es increíble. Lo mismo que le pasó a Biles, nos pasa a todos”, manifestó la corredora de BMX, que reveló además que desde que llegó a Tokio sufre “una gastroenteritis tenaz”.

¿Cómo superarlo? “Tratas de alejarte un poco y estar con los que realmente quieren lo mejor para ti y que tienen esa buena energía, porque son los que realmente creen en ti”, explicó.

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Hay momentos que no son fáciles, pero forma parte de este proceso y todo se olvida cuando te cuelgas la medalla“, concluyó la deportista de 29 años, única colombiana con tres preseas olímpicas de manera consecutiva.

La reina del BMX también cuestionó a “la gente que opina muy fácil desde fuera y desde una pantalla se meten en toda tu preparación y hasta en tu vida privada”, refiriéndose a la inclusión en  el equipo colombiano de Vincent Pelluard, su marido, de origen francés, que provocó críticas desde algunos sectores en su país.

Así mismo,  Carlos Ramírez, que repitió el bronce logrado en Rio 2016, coincidió: “No somos máquinas que nos echan gasolina y rendimos. Somos seres humanos como todos, somos personas con sentimientos y créanme que los sentimientos son duros. Pasamos por lesiones, por golpes, por momentos en los que queremos tirarlo todo”.

La pandemia y el consiguiente aplazamiento de los Juegos durante un año no hizo más que aumentar las dificultades.

Ramírez admitió haber llorado tras el aplazamiento “y me dio un bajonazo que no me esperaba”.

“Tenía muchos demonios en la cabeza”, señaló Ramírez, utilizando la misma expresión de Biles, la estrella de la gimnasia estadounidense.

“Había momentos que no sabía qué iba a pasar, si sí o si no iba a poder estar acá”, añadió.