Hoy me levanté pensando en el perfume, el atractivo que tiene Real Madrid… Hace dos años, Kylian Mbappé escogió entre la oficina del jeque (PSG), presionando con dinero en la mano, y el Madrid, que es su sueño de niño y el de casi todos los futbolistas.
(Vea también: Kylian Mbappé, el bombazo mundial: ya firmó contrato con el Real Madrid, según Marca)
Mbappé hizo las dos, le cumplió al jeque y se ganó un dinero de más. Pasaron dos años y ahora se va al Real Madrid.
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Si es cierto lo que dice Marca, que va a firmar por mucho menos de lo que iba a ganar hace dos años, también es cierto que se guarda para él los derechos de imagen, es decir, va a ganar mucho más dinero.
Pero más allá de dinero, que creo que es secundario a estas alturas de la vida, es que hay algunas instituciones que tienen un perfume poderoso, que son seductoras.
El Real Madrid, por cosas como las de Mbappé y lo que va a pasar, no es un equipo de fútbol, es otra categoría, es categoría Real Madrid. Los años que le faltan al Manchester City y a los equipos de los jeques para llegar a eso no están escritos. Nadie lo va a vivir.
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