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Los seis establecimientos de comida ubicados dentro de la Plaza de Mercado de Anserma, en el departamento de Caldas, volvieron a abrir sus puertas el pasado 13 de diciembre, luego de permanecer cerrados por más de una semana debido a problemas de salubridad. Según información de LA PATRIA, el cierre fue ordenado el 4 de diciembre por la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC), tras una visita en la que se identificaron deficiencias graves en las condiciones higiénicas del lugar. La intervención por parte de las autoridades sanitarias puso en evidencia situaciones como la contaminación cruzada, la presencia de roedores y una infestación considerable de cucarachas dentro del área de comidas del primer piso, un espacio que, además, se encuentra en un subnivel por debajo de la calle.
Ante la suspensión obligatoria de actividades, los comerciantes afectados decidieron actuar de manera inmediata y asumieron la responsabilidad de llevar a cabo varias obras de mejoramiento. Para cumplir con los estrictos requisitos de salubridad exigidos por la DTSC, los dueños de los restaurantes se organizaron para fumigar el recinto, pintar los cielorrasos, reparar los pisos y mesones deteriorados, y limpiar a fondo el pabellón dedicado a la venta de alimentos. Este esfuerzo colectivo permitió subsanar cada uno de los puntos críticos señalados durante la inspección.
William Andrés Vargas, referente de alimentos de la Dirección Territorial de Salud de Caldas, confirmó que, una vez terminadas estas intervenciones, las sancocherías que operan en el lugar recibieron el visto bueno para reanudar sus actividades. Vargas destacó que los negocios cumplieron a cabalidad con las exigencias planteadas, garantizando así condiciones de mayor seguridad para la salud pública de sus clientes.
Lucila Castro, manipuladora de alimentos con más de treinta años de experiencia trabajando en la Galería de la Abuela de Caldas, enfatizó en los cambios positivos resultantes de estas acciones. Señaló que atender las recomendaciones sanitarias contribuyó no solo a la recuperación estética y funcional de los locales, sino que además mejoró notablemente los procesos de manipulación de alimentos dentro de la plaza. “Las recomendaciones sirvieron para mejorar los locales y la manipulación de los alimentos y ahora ofreceremos comidas sin riesgo para la salud pública”, concluyó Castro en declaraciones a LA PATRIA.
El cierre temporal de los restaurantes en la Plaza de Mercado de Anserma fue el desenlace de una serie de hallazgos puntuales por parte de la DTSC, cuyas acciones buscan proteger a los consumidores y garantizar que las condiciones sanitarias en establecimientos públicos de alimentos cumplan los estándares reglamentarios. Teniendo en cuenta que el primer piso de la plaza representa un espacio especialmente vulnerable por encontrarse a un nivel inferior respecto a la vía pública, la vigilancia sobre los focos de contaminación y la correcta gestión de plagas seguirá siendo prioritaria para evitar futuras afectaciones.
Estas medidas ponen de relieve la importancia de la labor conjunta entre autoridades de salud, comerciantes y ciudadanía para asegurar entornos aptos para el consumo alimentario. La experiencia reciente en Anserma reafirma que la atención oportuna a las recomendaciones sanitarias resulta esencial para restablecer la confianza de los usuarios y preservar el valor social y económico de tradicionales puntos de encuentro como las plazas de mercado.
¿Qué es la contaminación cruzada y por qué es un problema en los restaurantes?
La contaminación cruzada se refiere al proceso en el que bacterias u otros agentes patógenos se transfieren de un alimento o superficie a otro, generalmente por contacto directo o a través de utensilios, manos o equipos de cocina. En los restaurantes y locales de venta de comidas, la contaminación cruzada representa un riesgo considerable porque puede derivar en la propagación de enfermedades transmitidas por alimentos, afectando la salud de los consumidores. La atención prestada por la Dirección Territorial de Salud de Caldas en la Plaza de Mercado de Anserma resalta la urgencia de vigilar y controlar este tipo de problemas en los espacios públicos de alimentación.
Las medidas adoptadas por los comerciantes, como la desinfección de áreas, la mejora de las instalaciones y la capacitación en manipulación segura, no solo previenen brotes de enfermedades, sino que fortalecen la confianza en el servicio que se ofrece. Comprender y aplicar las buenas prácticas relacionadas con la prevención de la contaminación cruzada es fundamental, tanto para quienes preparan los alimentos como para quienes los consumen en estos ambientes tradicionales.
* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.
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