Con una gama de tratamientos contra el nuevo coronavirus por el momento muy limitada, mientras prosiguen las investigaciones para hallar una nueva vacuna, los primeros resultados de los ensayos clínicos destinados a evaluar los efectos de una transfusión de plasma (parte líquida de sangre que concentra los anticuerpos tras una enfermedad) no permiten albergar muchas esperanzas.

El plasma de convalecientes (de COVID-19) ha mostrado una eficacia limitada” en el tratamiento a nuevos enfermos con formas moderadas de la enfermedad, según el estudio realizado en India y publicado en la revista médica BMJ, que insta no obstante, a realizar nuevos estudios concentrándose en un plasma que contenga altos niveles de anticuerpos neutralizantes.

Según algunos estudios, la transfusión de plasma de personas con anticuerpos, método autorizado en países como India o Estados Unidos, e incluso probado en Colombia con algunos resultados esperanzadores, resulta eficaz en el tratamiento del Ébola o el SRAS, que es de la misma familia que el nuevo coronavirus.

Incluso en el caso del COVID-19, recientes estudios habían sugerido una posible eficacia del plasma, pero en este ensayo clínico, realizado con pacientes elegidos por sorteo en decenas de hospitales públicos y privados en India, los investigadores han descubierto que este método no ha reducido la mortalidad ni impedido que enfermos moderados se agravaran.

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El estudio, financiado por el Consejo Indio para la Investigación Médica, reclutó entre abril y julio a 464 pacientes adultos, de una edad promedio de 52 años, y los separó al azar en dos grupos. Un grupo de 229 enfermos recibió los cuidados habituales, mientras que otros 235 pacientes recibieron transfusiones de plasma de convalecientes además del tratamiento habitual.

Después de 28 días, 44 participantes (19 %) del grupo de plasma y 41 (18 %) del otro grupo desarrollaron una forma grave de la enfermedad o murieron. En cambio, según el estudio, las transfusiones de plasma contribuyeron a mejorar las dificultades respiratorias y el cansancio, mientras que el virus era a menudo menos detectable pasados siete días.

Este ensayo fue “riguroso”, asegura la especialista de salud pública Elizabeth Pathak en un comentario publicado por BMJ. Aun así, el servicio de salud británico National Health Service, que realiza el mismo tipo de ensayo con plasma, se mostró prudente, al subrayar que el ensayo indio había utilizado plasma que contenía entre 6 y 10 veces menos de anticuerpos que los recabados en el Reino Unido. “Hay otros elementos prometedores que indican que el plasma de convalecientes con altos niveles de anticuerpos podrían mejorar la suerte de los enfermos“, indicó.