La celebración de la Navidad ha sido una tradición durante muchos años, y el árbol es una parte importante de esta celebración.

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La tradición de decorar árboles de Navidad se cree que comenzó en Alemania durante el siglo XVI. La creencia popular es que los primeros árboles  fueron decorados con frutas, como manzanas, y frutos secos, como nueces, para representar la abundancia de la temporada navideña. Se colgaban en los árboles como regalos para los niños.

Durante el siglo XVII, los árboles de Navidad también comenzaron a ser decorados con velas, que eran usadas para iluminarlos. Estas velas representaban el fuego de Dios, y eran un símbolo de la luz de Cristo.

Ya en el siglo XIX, comenzó a adornarse con adornos y figuras. Estas eran usadas para representar la naturaleza y la vida, y también para contar historias bíblicas. Los adornos también comenzaron a incluir figuras de Papá Noel para representar la bondad y generosidad de Dios.

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Getty Images.
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¿Cuál fue el primer árbol de Navidad de la historia?

El cristianismo adoptó y transformó estas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas. Cuenta la leyenda que en el siglo VIII había un roble consagrado a Thor en la región de Hesse, en el centro de Alemania. Cada año, durante el solsticio de invierno, se le ofrecía un sacrificio.

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El misionero Bonifacio taló el árbol ante la mirada atónita de los lugareños y, tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que “representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes” y porque su copa “señala al cielo”.

*Este artículo fue creado con ayuda de Robby Bienestar una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista de Pulzo.