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Planchar prendas de paño puede resultar complicado si no se sigue el procedimiento adecuado. El primer paso crucial es seleccionar la temperatura apropiada de la plancha. Las prendas de paño, especialmente aquellas de lana, requieren una temperatura baja o media.
Es recomendable revisar la etiqueta de la prenda para conocer las indicaciones del fabricante.
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Coloque una tela de algodón entre la plancha y la prenda, ayuda a proteger el tejido. Este paso evita que el paño entre en contacto directo con el calor, previniendo brillos y posibles quemaduras. Una funda de almohada blanca puede ser una excelente opción.
El vapor es un gran aliado al planchar prendas de paño. Utilice esta opción para suavizar las fibras y eliminar arrugas fácilmente. Si no se dispone de esta función, un rociador con agua también puede ser útil.

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Una vez planchada la prenda, es fundamental dejar que se enfríe completamente antes de guardarla o usarla. Esto ayuda a que el paño mantenga su forma y así evitar la formación de nuevas arrugas.
Siguiendo estos consejos, es posible mantener las prendas de paño en óptimas condiciones, asegurando un aspecto impecable y una mayor durabilidad del tejido.
*Este artículo fue escrito y curado por periodistas del equipo de Robby Bienestar, con apoyo de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto.
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