Escrito por:  Redacción Vivir Bien
May 21, 2024 - 11:44 am

Un cepillo desgastado o viejo no solo es menos efectivo para eliminar la placa bacteriana y los restos de comida, sino que también puede convertirse en un foco de bacterias y gérmenes.

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¿Qué pasa si no se cambia el cepillo de dientes?

Estas son algunas implicaciones de no cambiarlo con frecuencia:

  • Acumulación de placa bacteriana: un cepillo de dientes desgastado no puede eliminar eficazmente la placa bacteriana, lo que puede provocar caries, gingivitis y otras enfermedades periodontales.
  • Irritación de las encías: las cerdas desgastadas pueden irritar las encías y causar sangrado.
  • Mal aliento: la acumulación de placa bacteriana en un cepillo de dientes viejo puede contribuir al mal aliento.

¿Cómo saber si tengo que cambiar mi cepillo de dientes?

Señales de que su cepillo de dientes necesita ser reemplazado:

Desgaste de las cerdas:

  • Observar las cerdas: revise el estado de las cerdas del cepillo de dientes con regularidad. Si están dobladas, deshilachadas o desgastadas, es hora de cambiarlo. Las cerdas gastadas no limpian tan eficazmente y pueden dañar las encías y el esmalte dental.
  • Cambio de forma: si nota cambios en la forma o el tamaño de las cerdas, como curvaturas o irregularidades, es posible que el cepillo dental no esté funcionando correctamente y necesites cambiarlo.

Otros indicadores:

  • Tiempo de uso: la mayoría de los dentistas recomiendan cambiar el cepillo cada 3 o 4 meses, incluso si no nota signos de desgaste visible.
  • Enfermedad: si ha estado enfermo, es recomendable cambiar el cepillo de dientes para evitar la reinfección.
  • Deterioro del mango o cabezal: si el mango o el cabezal del cepillo de dientes están dañados, agrietados o descoloridos, es hora de reemplazarlo.

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¿Cómo mantener limpios los cepillos de dientes?

Lavar el cepillo de dientes después de cada uso:

  • Enjuáguelo con agua corriente para eliminar la pasta de dientes y los restos de comida.
  • Frote las cerdas con el pulgar bajo el chorro de agua durante unos segundos.
  • Preste especial atención a la zona donde las cerdas se encuentran con el cabezal.
  • Enjuague nuevamente el cepillo y sacude el exceso de agua.

Secar el cepillo de dientes adecuadamente:

  • Colóquelo en posición vertical para que las cerdas se sequen al aire.
  • Evite guardarlo en un recipiente cerrado, ya que la humedad favorece la proliferación de bacterias.
  • Puede usar un soporte para cepillos de dientes que permita que las cerdas se sequen rápidamente.
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Desinfectar el cepillo de dientes periódicamente:

  • Sumerja el cepillo en una solución de enjuague bucal diluido en agua durante 30 minutos.
  • Puede usar una mezcla de dos cucharadas de bicarbonato de sodio en una taza de agua.
  • Deje que el cepillo se remoje durante la noche.
  • Enjuague el cepillo con agua corriente después de desinfectarlo.

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