
El James Dyson Award no solo da visibilidad global a los proyectos, también ofrece un respaldo económico clave para que las ideas puedan avanzar en su desarrollo. Cada ganador nacional recibe 5.000 libras esterlinas (unos 25 millones de pesos colombianos), dinero que en el caso de VESTIK servirá para continuar pruebas clínicas, mejorar su diseño y proyectar su llegada al mercado.
En la etapa internacional, los proyectos seleccionados compiten por los premios globales, que ascienden a 30.000 libras esterlinas (alrededor de 156 millones de pesos). Estos recursos han sido decisivos para que inventos de ediciones anteriores se conviertan en soluciones reales, desde sensores médicos hasta tecnologías sostenibles que hoy se aplican en distintas partes del mundo.
Este concurso, que se lleva a cabo en 28 países y regiones, ha invertido más de 1 millón de libras en dos décadas de historia, apoyando a más de 400 innovaciones. La dinámica del certamen consiste en elegir primero ganadores nacionales, luego una lista internacional de 20 proyectos destacados, y finalmente, los vencedores globales seleccionados directamente por Sir James Dyson.
Más allá del dinero, el premio significa acceso a aliados estratégicos, visibilidad internacional y validación en la industria. Para Omar Marroquín, este logro representa la oportunidad de mostrar que en Colombia también se están creando soluciones con impacto social y tecnológico a nivel mundial.




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¿Qué son los premios James Dyson Award?
El James Dyson Award es un concurso internacional de diseño e ingeniería creado por la James Dyson Foundation, la organización benéfica del inventor británico Sir James Dyson. Su objetivo es inspirar y apoyar a la próxima generación de inventores que buscan resolver problemas reales a través de la innovación.
El reto principal del concurso es simple, pero poderoso: diseñar algo que resuelva un problema. Puede tratarse de una dificultad cotidiana o de un desafío global en áreas como la salud, la sostenibilidad, la accesibilidad o la tecnología. Lo esencial es que la solución combine creatividad, funcionalidad y un diseño bien pensado.
El premio tiene un alcance mundial: se realiza en 28 países y regiones, y en sus 20 años de historia ha apoyado más de 400 proyectos innovadores con premios en dinero y visibilidad internacional. Además, una de sus particularidades es que los inventores mantienen pleno control sobre su propiedad intelectual, a diferencia de otros concursos.
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¿Quién es Omar Marroquín?
El ganador de la primera edición del James Dyson Award en Colombia es Omar Marroquín, un joven de 30 años, diseñador industrial egresado de la Universidad El Bosque. Su trayectoria se ha caracterizado por un enfoque en el diseño centrado en las personas y en cómo este puede ser una herramienta de transformación social.
Marroquín encontró la inspiración para crear VESTIK en la historia de Alessandro, un niño con fibrosis quística cuya vida giraba en torno a la dependencia de un dispositivo hospitalario costoso y restrictivo. Ver de cerca el impacto emocional, económico y social que esa enfermedad causaba en el menor y en su familia lo motivó a desarrollar una alternativa que devolviera autonomía, dignidad y alegría a pacientes como él.
Además de su formación académica, Omar ha demostrado una profunda sensibilidad frente a los retos de salud que enfrentan poblaciones vulnerables. Su objetivo no es solo diseñar un producto funcional, sino también humanizar los tratamientos médicos, transformando rutinas clínicas pesadas en experiencias más amenas e inclusivas.
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