
Si bien la alimentación tiene muchos secretos claves, uno de los que no aparece con frecuencia en el manual es el de la solución para las personas que sufren de estreñimiento crónico.
A pesar de que en Colombia se menciona con frecuencia a la papaya para darle una salida a esa enfermedad tan dolorosa y común en la sociedad, otra fruta quedó en la mira de los investigadores.
¿Por qué el kiwi ayuda a aliviar el estreñimiento crónico?
Consumir dos kiwis diarios puede ser una estrategia alimenticia eficaz para aliviar el estreñimiento crónico, según respaldan investigaciones recientes desde el King’s College London (Reino Unido).
Un estudio multicéntrico cruzado, hecho en Nueva Zelanda, Italia y Japón y publicado en ‘Journal of Human Nutrition & Dietetics’ y ‘Neurogastroenterology & Motility, comparó los efectos del kiwi con los del ‘psyllium’, un suplemento de fibra habitual.




En dicho ensayo (que cuenta con el apoyo de la Asociación Dietética Británica (BDA)), quienes consumieron el fruto verde presentaron un aumento promedio de entre una y dos deposiciones por semana, mejoras en la consistencia de las heces, menor esfuerzo al evacuar y una mejoría general en el confort digestivo.
Este beneficio se relaciona con la combinación de fibra soluble e insoluble que caracteriza al kiwi: la fibra soluble capta agua y forma una sustancia gelatinosa que contribuye a suavizar las heces, mientras que la fibra insoluble agrega volumen y estimula el tránsito intestinal. Además, la fruta contiene la enzima actinidina, que parece favorecer la motilidad digestiva, y compuestos bioactivos que podrían modular la microbiota y la secreción de moco intestinal.
La evidencia sugiere que el efecto del kiwi puede ser comparable o en algunos casos más favorable que el del ‘psyllium’, especialmente por su aceptación entre los pacientes y porque generalmente no causa efectos secundarios significativos.
Esta fruta ya ha sido mencionada en nuevas guías dietéticas basadas en evidencia, junto con otros alimentos como pan de centeno y agua con alto contenido mineral, como opciones concretas para mejorar el estreñimiento crónico.
Sin embargo, aunque el kiwi es prometedor, debe considerarse dentro de un enfoque integral que incluya una dieta rica en diversos alimentos fuente de fibra, adecuada hidratación y actividad física regular.
No se recomienda depender únicamente de un alimento. En cualquier caso de estreñimiento persistente, es importante consultar a un profesional de la salud para evaluación adecuada.
¿Cómo identificar que se sufre de estreñimiento crónico?
Para reconocer el estreñimiento crónico, hay varios signos clave a los que debes estar atento:
- Menos de tres evacuaciones por semana durante un período prolongado. Esa frecuencia reducida es uno de los criterios más usados para definir estreñimiento persistente.
- Heces duras, secas, grumosas o compactas, que resultan difíciles de expulsar sin hacer mucho esfuerzo.
- Necesidad de hacer fuerza excesiva, maniobras digitales o presionar la región perianal para lograr evacuar.
- Sensación de que la evacuación no fue completa: que siempre queda “algo” pendiente al terminar.
- Distensión abdominal, gases o sensación de plenitud en el vientre, sobre todo después de comer.
- Malestar en la región inferior del abdomen, cólicos leves o molestias frecuentes vinculadas al tránsito intestinal lento.
- Síntomas que persisten por más de tres meses: si estas características se mantienen con el tiempo, eso indica un patrón crónico más que un episodio ocasional.
¿Cuál es el peligro del estreñimiento crónico?
Estos son algunos de los peligros y complicaciones asociados con el estreñimiento crónico:
- Impactación fecal o fecaloma: cuando las heces endurecidas se acumulan en el recto o colon sin poder expulsarse, pueden formar bloqueos que requieren intervención médica urgente.
- Hemorroides y fisuras anales: el esfuerzo persistente para evacuar puede dilatar las venas del ano (generando hemorroides) o provocar desgarros en el revestimiento anal (fisuras), causando dolor y sangrado.
- Prolapso rectal: en casos severos, parte del recto puede deslizarse o sobresalir hacia afuera durante la defecación, especialmente tras esfuerzos repetidos.
- Obstrucción intestinal: si el tránsito de las heces se bloquea por completo o se complica con inflamación, puede llegar a presentarse una obstrucción gastrointestinal, lo cual es una condición grave que puede requerir cirugía.
- Presión sobre órganos vecinos: la acumulación de heces puede ejercer presión sobre la vejiga o estructuras pélvicas, en algunos casos afectando la función urinaria o provocando infecciones del tracto urinario.
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